Pero aquí estoy. Sin respiración. Con más latidos de los que puedo contar. Con un plano en una mano, y las llaves en la otra. Esperando entrar en eso que llamaré mi casa, pero que no es mía. Esperando para entrar en eso que llamaré mi vida, pero que no será mía.
Quiero gritarle a la Vida, al azar, al tiempo, quiero gritarle por quitarme todo esto. Por romperme el corazón como lo está haciendo. Por esparcir a la gente que me ha dado tanto, por territorios tan lejanos.
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