No es que esté bien. Es que si me detengo un solo momento, si dejo de caminar, me derrumbaré. Por eso, sigo adelante, intento no pensar, intento sonreír y hacerme creer que estoy bien.
Dicen que a veces se extrañan los momentos vividos y no la persona, no sé. Estoy mejor sin él, pero no quiere decir, que aun así sea lo correcto.
Intento no pensar, en nada. Intento seguir viviendo y llenarme de sueños. Porque con soltar una lágrima, empezaré a llorar y no pararé. A veces las noto ahí, intentando salir. Es curioso que aún no haya llorado ni una sola vez, me mantengo ahí fría, distante.
Todo se supera. Estaré mejor, me digo a mi misma. Tengo ganas de salir ahí y darlo todo, de dejar que el mundo me haga de una vez feliz. Intento no quedarme aquí estancada, porque no puedo más.
Quiero vivir, ¿es tanto pedir?
Quiero confiar en la gente sin que me aplasten. Pero dejé que me vieran totalmente, me abrí como no lo había hecho nunca, y solo fue un estúpido juego en el que no supe las reglas bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario