domingo, 20 de octubre de 2013

Me da miedo pronunciar una sola palabra de esto, porque me da miedo que todo se estropee.
Me da miedo empezar a hablar, porque no creo que llegue a parar, porque no creo que nadie pueda hacerme sentir bien.
Dicen que últimamente estoy muy tonta, que eso es el amor. No, no es el amor. No saben, que no dejo de reír, porque pienso que si dejo de hacerlo alguien se dará cuenta de lo mal que me siento. Es una coraza para mi misma, porque necesito creerme que estoy bien, que esa risa es la mía, y que no suena tan falsa como a mí me lo parece. No saben, que cada vez que empiezo a reírme a carcajadas, tengo que hacer un esfuerzo para no ponerme a llorar. No sé la razón, pero está ahí. Sé que si dejo de reír un solo momento, empezaré a llorar y no pararé.

I will go on



Huir. Algo tan sencillo como sobrecogedor. Algo que nos persigue y no nos deja escapar.
Todos queremos huir en algún momento, todos queremos borrar esa vida que hemos llevado, y pasar tiempo solos, alejados de todo lo que nos ha dañado.
Llegado el momento, eso de lo que intentamos huir, se apartará de nosotros, o seguirá a nuestro lado haciéndonos más fuertes, felices incluso. Pero si huimos, si echamos a correr porque estamos perdidos, si dejamos todo atrás, con la esperanza de que llegado el momento, podremos volver, lo más seguro es que dejemos de ser quien éramos, y perdamos todo lo que solíamos tener.
Puedes huir si quieres, si lo necesitas, vete. Lo único que te pido es que pienses, en todo lo que ha pasado desde hace un año. No somos los mismos ¿verdad? Pues imagínate si tardas otro año en volver, piensa en todo lo que habrá cambiado.
El tiempo no pasa por nosotros como por todos los demás. Somos jóvenes, intentamos encontrarnos a nosotros mismos, y nos apoyamos en gente para ello.
Por eso, no te prometo que si llegado el momento te vas, cuando vuelvas, todo será igual. Sí, siempre me tendrás, solo que quizá cuando puedas volver a mirarme a la cara como tú dijiste, yo sea alguien completamente diferente, y de nuestra amistad solo quede un vago recuerdo que el tiempo a borrado.

viernes, 11 de octubre de 2013

Hope



Lo único que nos mantiene vivos, lo único que consigue que cada mañana despertemos, nos levantemos y sonriamos, es la esperanza. La esperanza, lo único que le quedó al mundo según los griegos. Pero yo ya no tengo de eso. ¿Esperanza? Para qué. Esto que vivo ahora, fue una vez mi futuro, ese futuro tan genial que decían que me iba a llegar, ese futuro en el que iba a ser feliz.
Dicen que cuando lo pasas mal, cuando llevas mucho tiempo fingiendo una sonrisa y guardándote las lágrimas, es porque algo grande te espera en el futuro.
Antes creía en ello, antes creía que eso sería mi salvación. Pero ahora, estamos viviendo ese futuro que creíamos que nos iba a salvar, y solo lo a ennegrecido todo. Solo ha dejado al tiempo pasar, engañando a nuestra mente, intentando ocultar a nuestro corazón, cada sentimiento, cada lágrima.

sábado, 5 de octubre de 2013

A mi amigo M

No sé a qué estoy esperando. Quizá a tenerlo suficientemente claro, y alejarme de ti. Quizá a dejar de intentar sacar siempre algo bueno de esta amistad. No sé que quieres de mí, sinceramente. No sé que quieres que haga, cómo quieres que me comporte. Durante meses sólo he intentado ayudarte, solo he intentado hacerte feliz y no herirte. ¿Y tú me lo pagas así? Sé lo que es enamorarse y que no sea correspondido, a todos nos pasa, y todos somos capaces de pasar página y no pagarlo con los demás. Yo no tengo la culpa de que te sientas así, de que pienses que este mundo es una mierda. Y sin embargo, cuando estoy contigo, solo puedo pensar que soy yo la culpable. Porque tú me haces sentir así. Porque me haces sentir como si yo solo fuera esa mierda que tienes como amiga y a la que puedes tratar como te venga en gana.
Eres tan sumamente borde, me dices cosas tan hirientes, como si yo no te importara, como si solo fuera de usar y tirar. Sé lo mucho que me quieres, lo mucho que me has querido. Pero a veces pienso que también me odias.
Estoy cansada de que me estropees las semanas, los días, haciendo montañas de granos de arena.
¿Qué es lo que no puedes aceptar? ¿Que a mí me guste otra persona? ¿Que no te quiera de la misma manera? Pues lo siento, es lo que hay, y lo que ha habido siempre. Nunca te engañé, nunca te dije que yo quería estar contigo. Te acercaste a mí porque quisiste, y yo me acerqué a ti porque siempre hemos sido amigos y no quería perder esa amistad.
Pero ahora me fijo en lo mucho que hemos cambiado, en que ya ni tú ni yo somos como solíamos ser, y me pregunto que es lo que nos mantiene unidos. Tú no eres, créeme, y yo ya estoy cansada de intentar arreglar cada pelea.
Me prometiste que lo dejarías, que ya no serías así más. Pero te miro, y creo que esa frialdad que tienes conmigo, es tu nuevo carácter. Te dije que estaría para ti en las buenas y en las malas, y será así siempre. Solo que ya no esperes que vaya yo a buscarte, porque me he cansado de ser tu juguete. Búscate a otra a quien tratar mal, a quien insultar y no pedir perdón, a la que hacer llorar y no darte cuenta del daño que le haces. Porque yo ya me he cansado de que me culpes de cosas que no tengo la culpa.
Lo siento, pero esta vez si me quieres, me tendrás que buscar.