domingo, 26 de octubre de 2014

¿Sabéis esas veces en las que os sentís tan sumamente bien que no podéis dejar de sonreír? Este es uno de esos momentos. Nunca escribo momentos felices, porque considero, que son tan breves que tengo que vivirlos en vez de perder el tiempo en escribirlos. Sin embargo, no recuerdo haberme sentido tan completa, tan feliz, nunca, y necesito escribirlo, para cuando esté mal releerlo y recordar cómo me sentí esta vez. Y recordar, que hay esperanza.
No sé que es el amor, no creo que haya una sola persona de este planeta que lo sepa describir. Simplemente se siente. Y no me importa si lo que yo siento lo es o no, porque estoy segura que si no se asocia a una descripción de amor, se asociará a otra. Porque estoy segura, de que quiero a esta persona, y estoy segura, que desde el primer día que lo conocí, ha sido así.
No quiero analizar las cosas, solo quiero vivirlas. Porque por una vez en mi vida, me sentí totalmente aceptada, como si yo, pudiera ser yo y no hubiera nada de malo en ello.
Y eso me hace tener esperanza. Me hace creer, que es mi salvación, y no me importa aferrarme a una persona, porque si alguien te hace tan feliz como él a mí, no hay modo de dejarlo escapar.

jueves, 23 de octubre de 2014

Veo lo que se avecina, y no sé si alegrarme, asustarme, o hacer ambas cosas a la misma vez. Me gustaría prometerte tantas cosas, me gustaría decirte que todo va a ir  bien si todo sale como yo pienso que va a salir. Pero a la vez, me asusta. Me asusta porque empiezo a ver como todo me desborda, y tú no tienes la culpa, pero si te llevo conmigo, te arrastro conmigo. Y no quiero hacerte sufrir ni un ápice, porque si pudiera te protegería de todo daño, externo o interno, que cualquier persona pudiera hacerte, incluida yo.
El curso avanza, y veo como todo lo que he intentado mantener oculto este verano se empeña en salir de nuevo a la superficie. Dios, si estás ahí, escúchame porque de verdad me he cansado de esto, porque de verdad quiero curarme. Porque no quiero seguir sintiéndome así, porque quiero creer que soy suficiente, en vez de que solo voy a dañarle. O que me  van a dañar a mí.
Quiero poder dejar de odiarme por un instante, porque si no lo hago, nunca le voy a creer, nunca voy a creer que alguien tenga razones para quererme, o para querer hacerme sentir bien. Y necesito pensar, que todo lo que me dice es real. Porque todo lo que yo siento, lo es.

sábado, 18 de octubre de 2014

My dear friends

Cada momento que pienso en lo que sería de mi al perderos, me rompo por dentro.
Es nuestro último año juntos, nuestro último año de vernos todos los días, el último para disfrutar tanto de vuestra compañía.

Llevo catorce años junto a ti, mi hermana de corazón. Catorce años yendo a cada cumpleaños, estando en cada mal momento y gritando contigo en cada bueno. Estás en cada recuerdo que mi mente atesora con cariño. Me conoces como nadie jamás lo ha hecho, te conozco como tú nunca has dejado a nadie hacerlo.

Llevo catorce años junto a ti, odiándote para al final descubrir al mejor amigo que he podido conocer.  Me has hecho pasar los mejores cinco años de mi vida. No es cuestión de cobardía, pero aprendí a enfrentar al mundo por ti. Aprendí que prefería defenderte ante todo y todos que alejarme de tu lado aunque fuera siquiera un momento.

Llevo catorce años, viéndote por los pasillos, hasta que hablamos y me salvaste. Un ángel para mí. Mi niña, la única que puso un poco de luz en toda mi sombra. Alguien que teme tanto la vida que se aferra a la mía, y yo a la tuya. Y estoy segura que algún día ambas seremos suficientemente fuertes para reír por todo aquello que lloramos.

Llevo catorce años, y de pronto apareciste ante mí el último año como si de magia se tratara. Nunca me he unido a alguien de esa forma. Eres el mayor apoyo que puedo tener. Nadie jamás me dijo que le había dado sentido a su vida, menos tú. Siempre aseguraste estar en deuda conmigo, pero yo no podré agradecerte nunca la amistad que ambos creamos.

Llevo catorce años, diciéndote, algún día seremos amigas. Yo lo supe y tú también, y el destino nos unió  tres años después. Porque cuando he llorado en silencio tu has visto las lágrimas, y cuando tu has necesitado un abrazo, yo estaba ya allí antes siquiera de que lo pidieras. Porque estamos unidas por algo tan fuerte como invisible, y no puedo obviar un sentimiento así.

Llevo catorce años, conociéndote sin conocerte. Hasta que de pronto, apareciste en todos mis recuerdos. Hasta que de pronto, te tuve ahí para mí y tú encontraste en mí una amiga con quien poder hablar. No sé como nos unimos, porque fue cosa del tiempo, pero sé que hay cosas que el tiempo une por alguna razón.

Llevo catorce años con todos vosotros, y la sola idea de enfrentarme al mundo sin alguno, me aterra. He aprendido a ser fuerte si estoy con vosotros. Soy quien soy, solo ahí. No importan mis rarezas, mis problemas. Todos nos unimos porque estábamos solos e incomprendidos, y sinceramente, jamás he conocido a otro grupo que se comprendiera más que ninguno de nosotros. Le disteis sentido a mi vida cuando solo era otra niña perdida.


¿El destino? Ni siquiera sé si creer en él o dejarlo pasar como si todo fuera una casualidad. A veces preferimos creer que las cosas pasan por una razón, que quizá existe el hecho de estar predestinado a alguien, cuando a lo mejor, sencillamente nos hemos cruzado con esa persona por pura casualidad.
¿Pero por qué, entre los miles de personas que existen, solo conocemos a unas pocas, a una que consigue volver tu cielo del color más azul? Las casualidades bellas no existen, los destinos marcados tampoco.
Debemos admitir que en esta vida se gana a gente de la misma forma que pierdes tu tiempo, que quizá mientras has conocido a una persona, a tu lado camina otra aún mejor. Nos conformamos, porque no sabemos por qué suceden las cosas, pero queremos obligarnos a creer que si algo sucedió, fue por mejor.
Prefiero creer en el destino, prefiero creer que todo está relacionado, que las casualidades no existen, que el dolor es compensado, que el amor es contrarrestado.
Porque nos empeñamos en escribir un destino a lápiz, cuando ya fue grabado a fuego.

jueves, 16 de octubre de 2014

No me veo capaz de llevarlo todo a la vez. Me despisto, claro que lo hago. Solo quiero desahogarme y no puedo. No puedo hacer nada más que callar y tragarme cada cosa que siento, diciéndome que si lo callo, al final se irá. He aprendido a no derramar ni una sola lágrima por estas cosas, a parecer la persona más fuerte, porque creo, que si lo finjo, al final lo seré.
¿Para que estudio? No dejáis de decir que acabaré en un hospital. Solo espero no acabar allí y llegar un día a ti con una carrera ante mi. Necesito que alguien me motive, no que me chafe todos mis sueños.
¿Para qué pienso en el futuro? Llevo toda la vida pensando en el futuro. Éste, era el futuro que tanto soñé, y mírame. Cada día va a peor, cada día quiero regresar a mi pasado.
Quiero invierno, y  a la vez estoy odiando el momento en el que llegue. Porque hice una promesa, y en verdad solo estoy contando los días para poder romperla.
De verdad que quiero estar bien. Pero es todo tan sumamente deprimente. Le tengo tanto asco a la vida. Estoy tan sumamente harta de ella, que solo quiero dormir y que todo desaparezca, y que cuando despierte, ya no sea yo.
No sabes lo mucho que me alegró oír de nuevo tu voz. Fue ver tu número en la pantalla y emocionarme.
No sé como alguien puede calar tan hondo, pero tú lo hiciste. Me enseñaste un modo de ver la vida que nadie me había enseñado nunca a ver. Me mostraste las pequeñas cosas, los pequeños gestos que mueven el mundo. Soy quien soy, en gran parte, gracias a ti.
Fuiste la única persona que me dijo: "detente, y observa". Me quitaste una venda de los ojos que casi todo el mundo lleva. 
Te conocí cuando apenas tenía uso de razón, y casi diez años después, sigues aquí. Sigues marcando mi vida como una etiqueta impresa en una prenda.
Solo deseo que llegue la semana que viene para que me pongas al día, porque sé que las conversaciones contigo son como si no hubieran pasado días, meses o incluso años. Me lo cuentas todo, me hablas como si yo supiera de la vida cuando solo soy una ignorante; pero hasta ahora, eres la única persona que ha creído en mí.
Gracias por hacer de mí alguien así, porque es la única parte que no odio de mí, y esa parte te pertenece a ti. Entiendo ahora, cuando la gente dice que hay ángeles en la tierra, porque tú eres el más grande que he conocido.

martes, 14 de octubre de 2014

No puedo creer que después de todo, haga hoy un año que todo comenzó. Sobretodo, no puedo comprender, como la gente desaparece de tu vida sin más.
Un día estabas ahí, y al otro ya no había rastro de ti. Entraste en mi vida tomándola como si fuera tuya, y luego me dejaste como si no supieras quien era yo, qué éramos nosotros.
No significas ya nada para mí, o eso me intento decir. Te encargaste muy bien de transformar cada buen sentimiento que tenía por ti por el mayor odio que haya podido sentir.
¿Por qué escribirte esto después de todo? Quizá sigas por aquí, leyendo esto, y si es así, ojalá leyeras esto.
No voy a hablar de todo lo bueno que tuvimos, porque vuelvo la vista a atrás, y me pregunto que ciega solía estar para no ver que no había nada. No te extraño en absoluto, solo extraño las memorias que guardo de ti. Ni siquiera sé que pasó para que dos personas tan opuestas como tu y yo estuvieran juntas tanto tiempo.
Me mantenías a flote con la misma asiduidad con la que tú mismo me ahogabas. Es un poco irónico ser la única ayuda de alguien y a la vez ser la única persona capaz de destrozarla.
Me has hecho desconfiar tanto de todos. Me has hecho creer que nunca voy a ser suficiente para ningún chico. ¿Qué clase de persona insulta a su propia novia? ¿Qué clase de novia lo aguanta? Creo que esas dos preguntas nos resumen a ti y a mí bastante bien.
No te culpo por ciertas cosas. Sé tan bien como tú que toda tu chulería no es más que una fachada, que en realidad eres igual o más débil que yo, que te han hecho tantísimo daño a lo largo de tu vida, que no te puedo culpar. Después de todo, odiabas la vida tanto como yo.
Solo espero que estés bien. Solo espero que algún día aprendas que no puedes jugar con una persona.
Te estoy escribiendo ocho meses después, como si no hubiera pasado siquiera un día.
Tú mismo dijiste que fui la persona que más te ha querido. Muy cierto. Y por eso escribo esto, porque dudo que algún día dejes de importarme lo más mínimo. Siempre estarás conmigo de algún modo.
Pero tengo que dejarte ir. Es mi turno de hacer las cosas bien, de olvidar que algún día fuiste alguien para mí. Necesito que seas un simple recuerdo, del que no recuerdo sus palabras.
Porque no te tengo a ti, tengo tus palabras grabadas a fuego, y nunca mereciste siquiera eso.

sábado, 11 de octubre de 2014

You think you want to die but you just want to be saved



He leído una entrada, que me ha hecho sentirme tan vacía por dentro, que no sé ni como reaccionar.
¿Qué pasaría si un día sencillamente, no despertara?
Esa era la pregunta de la entrada.
Es frustrante. Muy frustrante odiar cada día que te levantas, pero odiar el día que dejes de hacerlo.
Creí que quería morir, y solo quería que me salvaran. Solo quiero ser salvada.
Pero de verdad necesito que alguien me explique el sentido de la vida, porque yo no le veo ninguno. No sé para que estudio, si ni tan siquiera quiero un futuro. No quiero crecer, no quiero madurar, no quiero ver cómo la vida se me va. Porque he pasado más tiempo planeando como perderla que cómo vivirla. Porque no quiero enamorarme, o querer a alguien, o dejar que me dañen más, porque sé que todo ese amor, todo ese dolor y todos esos sueños, dejarán de tener un sentido para mí.
¿Qué sentido tiene todo esto? ¿Qué hago todavía aquí fingiendo vivir una vida que me importa, cuando en realidad solo intento pensar como sobrevivir?
La chica que había escrito la entrada, ponía que seguramente la gente lloraría. Yo creo, que si yo pudiera, yo misma lloraría. Lloraría por no poder hacer nada, por dejar todo esto escapar. Y lloraría porque creo que quiero morir, y solo quiero ser salvada.

I'm sorry for not being so perfect

Lo siento. Siento ser tan borde tantas veces. Siento gritaros y deciros que deseo irme de aquí, pero a veces hacéis esto un infierno para mí. Lo siento, porque eres mi persona favorita en este mundo, pero cada vez que te escucho decir que me estoy perdiendo, que voy a malgastar mi vida, que soy fría y cruel, cada pedazo de mi mundo se cae lentamente y se hunde en lo más hondo de mi ser.
Lo siento por ti también, porque nunca quise odiarte, pero lo cierto es que me tienes entre la espada y la pared. No quiero  culparte de nada pero a la vez no puedo dejar de hacerlo. Si al menos me sintiera aceptada, si al menos sintiera que soy todo lo que un día quisiste tener.
Me he esforzado tanto por hacerlo bien. Me he esforzado tanto por no fallaros ni una sola vez. Y aún así miradme. Me he convertido en una persona odiosa.
Lo siento, lo siento por todo el dolor que os he causado. Nunca quise ser así.
Pero como dijiste, me he vuelto fría y cruel. Me he vuelto indiferente.
Me he vuelto todo sobre lo que me advertíais.
Y lo siento. Porque ya no puedo dejar de gritar, porque habéis colmado el vaso. Porque jamás me habéis aceptado como soy, solo habéis buscado a otra persona dentro de mí. Me siento encerrada en mi propia jaula y solo intento escapar.

No dejo de preguntarme, cómo he llegado hasta aquí. Recuerdo ser la niña más feliz que el mundo había conocido. Solo reía y jugaba, nada me preocupaba.
¿Cómo he llegado hasta aquí?
Cierro la puerta una y otra vez y me dejo caer, contra la pared, subo la música y espero que nadie entre, que me dejen en mi mundo llorar.
¿Cómo he llegado hasta aquí?
¿En qué momento deseé el invierno por la manga larga y no por el frío o el cielo gris?
¿En qué momento pasé de ser la más feliz a solo querer dormir para no tener que despertar y vivir un día más?
Sé que las cosas suceden por una razón. Dejé de creer en Dios por esto, porque no le encuentro razón alguna. Así que si es una cuestión de fe, explícamela, si es una cuestión de la vida, quítamela.
Porque me estoy cansando de esto. Me canso de fingir una sonrisa esperando que algún día se haga real.
Me prometí a mi misma dejarte anclado en el baúl de los recuerdos, como a un viejo juguete, o una antigua foto. Pero me has convertido en una persona tan temerosa, tan asustadiza de las propias palabras, que tu recuerdo circula por mi pensamiento constantemente.
Y simplemente no puedo eludir que hace hoy justo un año, me rendí ante ti totalmente, incapaz de hacer frente a algo que no fueras tú. Cometí el error más estúpido que he podido cometer. El error que más tiempo he estado intentando olvidar.

jueves, 9 de octubre de 2014

Es estúpido fingir que todo va bien cuando sientes cada recóndito escondrijo de tu ser gritándote por una vía de escape, y tú solo acallas esa voz. Dices que no importa, que se irá. Pero sabes bien que jamás se va a ir, porque siempre ha estado ahí.
Necesito escribir, y que alguien escuche lo que digo. Porque esto me parece un grito en el vacío, porque cada vez que espero tú respuesta, sé que yo nunca voy a escribir esa carta para recibirla.
Necesito contarte que te mentí, que dije que todo me iba a ir bien y en realidad, solo estoy contando los minutos para derrumbarme de nuevo. Creen que puedo cerrar los ojos y los problemas van a desaparecer. No funciona así.
Creen que he ganado una batalla, cuando ni siquiera formaba parte de ella. Mi mente la ganó hace mucho tiempo.
Creen que puedo sencillamente mirar un espejo y no odiar su reflejo. Creen que puedo olvidar, pero siempre lo he dicho: yo perdono, pero no olvido.
He perdonado a cada persona, menos a mi misma.

sábado, 4 de octubre de 2014

Me dijiste que el mundo se mantenía por gente como yo. Dijiste: "no te niegues la belleza de ti misma, cariño" Ojalá estuvieras aquí, ojalá pudiera escribirte y decirte cómo me siento. Todo el mundo parece tener una vida preparada, menos yo. Porque ni siquiera sé si voy a querer tener un futuro. Porque memorizo esas dos frases y las grabo a fuego en mi mente. Intento creer que lo que dijiste era cierto. Pero vivir es complicado, mi vida, no tiene nada para serlo, pero lo es. Yo lo soy.
Lo complico cuando podría ser sencillo de vivir.
Me quedo quieta aquí, esperando que ocurra algo que me haga reaccionar, esperando que suceda algo que me devuelva a la vida.
Vive la vida como si o estuvieras dando todo, porque actúas como que de verdad lo das todo. Actúas. Y quizá es porque llevo tanto tiempo actuando, que ya no reconozco ni mi propia película.
Debí haber escuchado cuando aún tenía oportunidad, no ahora, que ya estoy totalmente destrozada.

HE VUELTO

¿Os sorprende verme de nuevo aquí? A mí también. Pero solo tengo una razón, vosotros. Estaba en mi otro blog, escribiendo a gente que no sabía nada de mi historia, y aquí estáis vosotros, que me mandáis correos y me escribís comentarios y me habéis estado leyendo más de un año entero, casi dos de hecho.
Esa gente que sabía este blog ya ni se mete aquí, quizá porque encontraron esto de casualidad y no saben como volver, o quizá porque verdaderamente no les importa.
Así que he decidido volver aquí. Porque no necesito que la gente desconozca mi identidad, cosa que sé que hacen, sino que necesito desahogarme, y aquí lo he conseguido.

No me importa lo que unas pocas personas puedan pensar de mí por lo que escribo aquí. Ésta soy yo. Y si a alguien no le gusta, no deberían leerme.