viernes, 24 de mayo de 2013

Remember


Querido ángel:
Te escribo esto, porque sé que no vas a leerlo. Una vez leí que cuando quieres decirle algo a alguien y no sabes como, puedes escribirlo en un papel, y quemarlo después. Dicen que de esa manera le llegará algo de lo que escribas, aunque no lo sepa. Eso espero que pase haciendo esto (nunca fui muy buena encendiendo un mechero), así que me he decantado por hacerlo de este modo. 
No sé por donde empezar. 
Eres la persona más increíble que he conocido, porque siempre has sabido ser tú al margen de lo que los demás dijeran. Y te he tenido como un ejemple de superación. Pero ahora te miro, y veo que no eras esa persona de hierro que yo creía. Que has caído, y lo has hecho de golpe. 
Te has asilado, me has dejado atrás. O intentas meterme, pero no lo consigues porque prefieres tragártelo tu sola.
Lo sé, sé que esa es tu personalidad. Pero escúchame.
He estado en tu situación. Y solo quiero que estés bien. Que la viveza de tu alma se vuelva a reflejar en tu mirada. Eres bella, mi niña. Fuiste mi ángel cuando estuve sola, me salvaste de una oscuridad infernal. Y aunque he estado en una oscuridad hace poco, tú has estado ahí, intentando sacarme. 
Y eso solo puede hacer una persona muy bella. 
Te quiero.

jueves, 23 de mayo de 2013

Love won't be forever



No sé en quien me convertiste, pero desde luego me transformarte. No sé si fue tu sonrisa, tu mirada, pero algo en ti hizo que mi barrera se rompiera y te diera una oportunidad. Es lo que todos hacemos, confiamos en que la otra persona no nos dañará. Y siempre fallamos. Siempre nos equivocamos. Pero es un ciclo vicioso y no parará a no ser que la barrera que construyas sea muy grande, que la herida no se pueda curar.
Deja de creer que el amor es para siempre, eso son los libros, y esto es la vida real . Alguien conseguirá llegar a tu barrera, conseguirá derrumbarla, conseguirá llegar a ti. Con un poco de suerte, serás feliz. Pero todo se acaba, todo tiene un fin. Y esas sonrisas, esas miradas, dejarán de ser para ti, y pasarán a ser de otra persona. Porque todo termina antes o después, y el amor, no iba a ser la excepción.

sábado, 18 de mayo de 2013

I should go, and say goodbye


¿Qué voy a decir? Estoy hundida en la apatía. Ahora que pienso en ello, no puedo huir. Creo que debería irme, aunque no quiero, porque me estoy cayendo a pedazos, porque estoy dejando que la vida me aplaste, y debería ser al contrario. Todo se desmorona en las sombras del pasado.
Puede parecer que es duro, pero es hora de pasar de los sentimientos, de los recuerdos que me atan a ellos.
Tengo que dejarlo ir, tengo que decir adiós, porque ya no hay nada que hacer. Todo ha estado bien, he tenido experiencias increíbles, pero tal día como hoy, hace un año, mi vida cambió. Y creo que es en ese momento, cuando todo se vino abajo, o cuando todo se volvió del color de la realidad. Mi vida no era de rosas, y lo descubrí siendo utilizada. Un año después, lo recuerdo, y recuerdo la promesa que me hice a mi misma. Lo fuerte que dije que sería.
Y si de verdad fuera fuerte, me iría.

sábado, 11 de mayo de 2013

Lucha por algo mejor. Nadie más lo va a hacer



¿Hay alguien ahí?¿Hay alguien ahí, escuchando? Una vez  alguien que conozco me dijo: "solo un trozo de mar nos separa de ellos, de algunos de ellos solo una calle, y sin embargo, nos ponemos los cascos, la música fuerte, y olvidamos que somos los únicos que los pueden ayudar". Desde ese día, he pensado en ellos, y me dije a mi misma que no me  iría de este mundo si ayudar. Es curioso lo egoístas que somos. Pasamos por este mundo, sin dejar de quejarnos de nuestra vida, y a nuestro lado, hay gente que vive en dictaduras, en un desierto, gente que no sabe ni hablar, gente que es usada, niños que han perdido su infancia porque han tenido que empuñar un arma. Y sin embargo, lo escuchamos en la radio, en la televisión, y ya no nos inmutamos. Pensadlo. ¿Hacemos algo más a parte de decir "pobrecillos"?
Nos quedamos mirando la televisión, esperando que ellos solos cambien su realidad, sin darnos cuenta de que nosotros somos su única escapatoria.
Sé que pensareis que soy na hipócrita, que no soy quien para deciros nada de lo que debéis hacer. Sé que es vuestra la decisión de ayudarles, pero yo necesité que una persona me abriera los ojos.
Podéis hacer cosas muy sencillas. No es necesario irse a África, hay ONGs en todas partes. Hya miles de maneras de ayudar.
No soy perfecta, nadie lo es. Pero creo, que encontramos la perfección y la felicidad dedicándonos a los demás. Y lo dice alguien que tiene vuestra edad. Yo solo tengo 15 años, pero sé lo que me hace feliz. Probarlo  y ya me contaréis.

viernes, 10 de mayo de 2013

Quiero sentir que no estoy tratando de competir con todos. Quiero sentir que no me estoy perdiendo a mi misma otra vez. Que sé quién soy. He estado atascada en esa estúpida rutina de llorar frente a un espejo, por querer competir y ser esa chica que jamás seré. Es cómo si el destino se hubiera reído de mi, en mi cara. Soy todo lo que me gustaría que una chica tuviera. Rubia, con ojos verdes, pálida. Y sin embargo, nada de eso es bello en mí. Son las características, sí, pero no las luzco como otra chica perfecta de ese mundo divino. Estoy tan cansada de mirarme al espejo, de gritarme a mi misma esos insultos que la gente me repitió pero que ya todos han olvidado, que ya no sé que hacer. Dije que lo había superado. Se lo prometí a ellos, les dije que saldría de ahí. Lo que la gente no sabe, hasta que lo siente, es que no se puede salir. Puedo comer normal, puedo fingir la sonrisa, decir que todo está bien,que creo en mí. Y aunque ahora me muestre fuerte ante ellos, yo sé que no lo soy.
Se lo dije a ella, ¿cómo va a cambiar mi pensamiento si el espejo sigue ahí? Mis muslos, gordos, siguen ahí recordándome que nunca tendré un buen cuerpo. Mi estúpido cuerpo flácido e imperfecto va a seguir ahí.
Y nos pueden pedir que cambiemos, y muchas lo habrán logrado como yo, y comerán normal. Pero la gente se equivoca cuando dice que ya estamos bien, que solo fue una época tonta. Estos pensamientos no llevan rondándonos la cabeza un temporada tonta. Lo llevan haciendo toda la vida, por corta que sea. Y lo seguirán haciendo. No pueden pedirme que crea en mi.

viernes, 3 de mayo de 2013

Trying to be perfect

Se encogió, manteniendo las piernas pegadas a su cuerpo, meciéndose suavemente, intentando olvidar las cosas. Tragó varias veces, cerrando los ojos con fuerza. Esperó a que amaneciera, a que fuera un nuevo día.
Como cada día, se levantó, y actuó de forma rápida. Solo se detuvo frente al espejo. Las lágrimas, afloraron, haciéndola derrumbarse. Oyó unos golpes en la puerta; le estaban diciendo que se diera prisa. Se secó aquellos surcos, que habían marcado su rostro con sus más íntimos sentimientos.
Sonrió, rió como si le fuera la vida en ello. Fue amable con cada persona que se le cruzó. Ella sabía que no volvería a ser así durante mucho tiempo.
Lo miró como cada mañana, encogiéndole el corazón, cortándole la poca respiración que ya le quedaba, sus restos de anhelo de la vida. Y cuando él le sonrió, pensó que quizá sí merecía la pena luchar. Sin embargo, esperó a que le dijera algo, eso la habría salvado. La habría salvado de aquella amargura que la recorría por dentro, de aquella soledad incomprendida, perdida. Aquella luz que él proyectaba, parecía inalcanzable, Inalcanzable para una chica como ella.
Tardó en volver a casa, deambulando, sabiendo lo que le esperaría cuando llegara. Huyendo de aquella realidad que la golpeaba con fuerza cada día, a cada hora, cada rincón de su débil mente.
Con lentitud, cerró la puerta del baño con un ligero temblor, con lágrimas regando sus claras mejillas. Había jurado que no lo volvería hacer. Se había prometido así misma que no volvería a caer. Pero no podía. Aquel dolor, no le dejaba dormir, aquella voz no había sido acallada. Y nunca lo sería. Ella no valía lo suficiente. Se derrumbó en el suelo, se llevó dos finos dedos, esqueléticos, aunque a su vista, gruesos, a su rosada boca, maquillada por una mentira.
Contó hasta tres, y supo, que por desgracia, aquel era una realidad, de la que jamás podría escapar.

Puedes sentir como el peligro te acecha como una oscura sombra. Sabes que te dará caza al doblar la esquina, y sin embargo, no puedes dejar de caminar. No puedes dejar de pensar en aquello que será tu perdición. Porque todo es más fuerte que tú.