domingo, 30 de marzo de 2014

Me levanto, y lo único que hago es repetirme una y otra vez el asco que doy. Hay un eco profundo rebotando en mi mente una y otra vez, insultándome, diciéndome lo asquerosa que soy, diciéndome "chica, deberías morir", y es triste. Porque no puedo hacerlo desaparecer, porque digo que sí una y otra vez pero esos gritos se oyen cada vez más fuertes. Te levantas cada mañana, esperando que algo cambie, pero nada cambia, es más, todo va cada vez peor. Cada vez que abres los ojos, alguien te clava una puñalada trapera, alguien te dice lo poco que le importas, alguien te abandona.
Y estoy cansada. Estoy cansada de intentar creer que será un día nuevo, un día bueno, y solo resulta ser peor que el anterior. ¿Por qué me tiene que pasar esto a mí?
Sé que hay gente que tiene un horror de vida. Lo sé, y esto solo me hace sentirme más egoísta. Pero no hace que el dolor se vaya, no hace que todo desaparezca.
¿Sabéis esa sensación de querer desaparecer? Pues yo la tengo a cada momento, cada vez más, rondando mi mente sin parar. Quiero cerrar los ojos y dormir por miles de años, y cuando despierte, quiero que todo haya desaparecido, quiero que yo, simplemente, no sea yo.

sábado, 22 de marzo de 2014

Me enamoré de ella, a primera vista. Me enamoré de su delicadeza, de su forma de deslizarse, de atraerme de una forma casi magnética. Ni siquiera recuerdo el primer contacto con ella, fue hace tanto...pero, en algún lugar, debieron saltar chispas, porque me cambió la vida. Porque será siempre mi primer y único amor, el único que no podré olvidar por tiempo que pase. Perdura a mi lado, me comprende, me acompaña cuando nadie más lo hace, me deja llorar, paciente, sabiendo que en algún momento dejaré de hacerlo, y cuando más feliz estoy, ella puede entenderlo. No importa cómo, pero lo entiende, y me deja entenderlo a mi misma.
Hace tiempo intenté alejarme, quizá no era bueno pasar tanto tiempo juntas, te puede llevar a la locura. Pero comprendí, que una no existe sin la otra, y que no podía permitirme morir de esa forma, lenta y dolorosa. 
Tanta gente enamorada de una misma cosa, ¿debe ser debido a algo, no? Debe esconder una belleza que nada más alberga, una comprensión más allá de la humana. Algo, que me hace buscarla una y otra vez, porque aquí no existe el orgullo, ni el arrepentimiento, porque si sufro, lo borro, porque si río, lo pongo.
Sí, me enamoré de la escritura desde el primer día en que me enseñaron a coger un lápiz, y deslizarlo sobre un liso papel. Y desde entonces, no he podido dejar de hacerlo, ni nunca dejaré de hacerlo. Porque me ha enseñado a ver la vida a través de ella, porque siempre me he sentido resguardada en ella. 
Si me pierdo, sé que escribiendo, volveré a encontrarme.


**bueno esta es una entrada un poco diferente. Me apetecía escribir sobre esto, la escritura, porque le debo demasiado y le da sentido a mi vida. gracias por leerme y por vuestros comentarios!!!**

I'll be fine, won't I?

No es que esté bien. Es que si me detengo un solo momento, si dejo de caminar, me derrumbaré. Por eso, sigo adelante, intento no pensar, intento sonreír y hacerme creer que estoy bien.
Dicen que a veces se extrañan los momentos vividos y no la persona, no sé. Estoy mejor sin él, pero no quiere decir, que aun así sea lo correcto.
Intento no pensar, en nada. Intento seguir viviendo y llenarme de sueños. Porque con soltar una lágrima, empezaré a llorar y no pararé. A veces las noto ahí, intentando salir. Es curioso que aún no haya llorado ni una sola vez, me mantengo ahí fría, distante.
Todo se supera. Estaré mejor, me digo a mi misma. Tengo ganas de salir ahí y darlo todo, de dejar que el mundo me haga de una vez feliz. Intento no quedarme aquí estancada, porque no puedo más.
Quiero vivir, ¿es tanto pedir?
Quiero confiar en la gente sin que me aplasten. Pero dejé que me vieran totalmente, me abrí como no lo había hecho nunca, y solo fue un estúpido juego en el que no supe las reglas bien.

lunes, 17 de marzo de 2014

shine

No sé que es esta fuerza que me inunda, pero no quiero que acabe. Veo ese catálogo, y veo mi futuro reflejado en él, me veo en unos meses, allí, hablando inglés como siempre he querido y conociendo gente increíble. Me veo triunfando como siempre he querido, y no puedo dejar de soñar. Porque es posible que tenga los pies más en el cielo que en la tierra, pero hacía tanto que no sucedía, que solo puedo emocionarme más y más.
Veo a la gente de mi alrededor, preguntándome que me pasa, qué le ha pasado a la chica que solía ser de un día para otro. No lo sé, sinceramente no lo sé.
Sencillamente me he levantado, he visto brillar el sol, y por primera vez lo he visto eso exactamente. Brillar.

adiós...

¿Sabes? Quizá creas que ahora escribiré entradas y entradas sobre ti, pero no va a ser así.
Creí que iba a llorar, creí que me sentiría rota. Pero cuando escribiste todo eso, solo sentí alivio. Alivio porque por fin se había terminado. Porque no volverá a empezar. Y aunque no me había dado cuenta hasta ese mismo momento, esto era lo que tanto me agobiaba y no me dejaba ser feliz.
Porque ahora lo veo todo claro, porque como dicen, necesitas pasar la oscuridad para empezar a ver la luz. Porque nunca creí que que me dijeran algo tan cruel y de esa forma tan cruel, me ayudaría a salir de todo esto. Pero por primera vez en mucho tiempo, en muchísimo tiempo, soy feliz. Y no sé cómo ni por qué, pero solo sé que esta fuerza que me mueve por dentro, había muerto en mí, y ha vuelto a renacer.
Tengo ganas de salir, tengo ganas de moverme, de no quedarme quieta esperando que la vida venga a mí sino ir yo a ella. Creí que perderte sería lo peor que podía pasarme, y me descubro a mi misma sin echarte de menos. Me resulta raro, no creas. Me resulta extraño que después de haberte querido tanto, se haya esfumado tan rápido. Me dijeron que lo que yo sentí no era verdadero amor, y sí, quizá tenían razón. Porque algo que se siente de verdad no se puede ir tan deprisa.
Te diría algo como que fue una pena acabar así, pero estaría mintiendo, y eso es algo que yo, a diferencia de ti, no hago.
Me has dado experiencia, solo eso. Y te recordaré como tal, como una experiencia más en mi vida.
Solo espero escoger mejor mis próximas experiencias, porque como ya dije una vez, yo me merezco algo mucho mejor. Y espero que seas feliz. Te lo digo de verdad. No te deseo ningún mal, porque sé, que la vida reparte lo que se merece cada uno. Y que a mi me repartirá bien, así que no necesito que a ti te hagan ningún mal.
Disfruta, porque conmigo no supiste hacerlo. Y olvida si quieres, aunque yo no lo haré. Nunca me preguntaste cual era mi filosofía de vida. Pues aquí la tienes: los errores no se olvidan, de ellos se aprende. Creo que es la frase que mayor verdad esconde.
Te deseo suerte. Suerte para ver lo verdadero importante en la vida, para que encuentres la verdadera felicidad.
Intentaste herirme, pero fallaste. Intestaste ver el dolor en mi y sentirte bien, pero lo único que has hecho es hacerme comprender el significado de una frase que mi padre siempre me decía: hace daño el que puede, no el que quiere. Y he tardado mucho en darme cuenta, de que tú, no puedes.

jueves, 13 de marzo de 2014

Life

Cierro los párpados, cansados, como yo. Dejo que mi peso se desplome entre las sábanas esperando que me den el cobijo que no consigo encontrar fuera, e intento dormir. 
Ni siquiera las pastillas me han hecho efecto, la presión de mi mente sobre mí es mucho mayor para cualquier fármaco. Intento que las sombras desaparezcan, pero no hacen más que cernirse sobre mí. Pienso en lo único que podría animarme, y recuerdo que tampoco está para animarme. Intento no pensar, pero es más rápido que yo, y me alcanza como una flecha directa al corazón. Empiezo a llorar, en silencio, ya estoy bien entrenada para que la quietud de la noche no se vea interrumpida por mi llanto, pero aun así, entierro la cara en la almohada para asegurarme, para sentirme arropada. 
No sé cuantas horas pasan, solo que cuando me levanto, vuelve a ser de día, y todo vuelve de nuevo a mí. 
Así pasa un día, y otro, y otro. Y cada día que pasa eres un día más vieja, me repito. Y cada día que pasa, lo desperdicias de la misma manera. Solo que ya no sé parar, solo que ya no quiero ni puedo parar. 
E intento seguir, e intento luchar. Pero mientras estoy librando esta batalla, no dejo de preguntarme para quien la estoy librando, si para mí, o para otros. Porque si fuera para mí, ya habría desistido hace tiempo, y si fuera por ellos, la habría ganado. Así que me parece estúpido continuar una batalla, entre el bien y el mal, que no es más que mi vida perdida, que no es más que yo, en el centro de un campo destrozado por la guerra, cansada de luchar, cansada de vivir.

domingo, 2 de marzo de 2014

Nunca he entendido a esta sociedad, ni creo que llegue el día en que lo haga. Se pasan la vida intentando pertenecer a un grupo, en vez de simplemente ser ellos. ¿Por qué si eres de un modo no puedes ser de otro?
¿Por qué si te gusta el rock alternativo, el heavy metal, que sé yo, no puede gustarte también grupos de pop, o gente como Justin Bieber? ¿Por qué tenemos que someternos a nosotros mismos a un estilo?
No entiendo por qué se tiene que ser una cosa u otra y no una combinación de todas. Yo no quiero ser hipster, o friki, no quiero ser la pija o la que va con estilo rockero, la gótica, no sé. Yo quiero combinar todo lo que me gusta, un poco de cada cosa, y conseguir la combinación perfecta.
Quizá es por esto que siempre he sido la rara, dentro de los raros. Porque me iba de un grupo a otro sin encontrar un sitio. Yo no quiero ser algo, no quiero llevar un cartel que diga quién soy. Que me dejen auto definirme, y a quien no le guste que no mire.

sábado, 1 de marzo de 2014

If I just...

Si tan solo pudiera dejar de pensar. Si tan solo pudiera dejar que las cosas fluyeran sin más, sin plantear un cómo o un por qué, quizá, y solo quizá, entonces sabría lo que es vivir.
Si tan solo me conformara, sin tan solo viera que no es una mala vida, solo un mal día.
Podría dejar de oír los gritos, dentro y fuera de mí, podría dejar de encerrarme en el silencio, en la oscuridad, y salir y ver la vida que me rodea. Pero opto por ver ese reflejo, y quedarme ahí de pie, llorando, en vez de cambiarlo. En vez de cambiar lo que verdaderamente me daña, la mente.
Sin tan solo pudiera olvidar quien soy, quién he sido, quizá podría empezar de cero como la persona que quiero ser. Pero los recuerdos están ahí, me persiguen cada vez que doblo una esquina.
Acaban encontrándome siempre. Son más listos que yo, saben cuál será mi próximo movimiento y están ahí, al acecho.
¿Y si...?¿Y si...? No me dejo de preguntar esas cosas. ¿Y si me hubiera ido como yo quería? ¿Y si nunca hubiera leído o escuchado esas palabras?
¿Cómo sería entonces?
No me queda más que resignarme, y mirar lo que la vida ha hecho conmigo, no lo que yo he hecho con ella. Veo cada mala decisión tomada, a cámara lenta, pasando como un huracán, con toda su fuerza. Pasa, me destroza, y solo me queda por decir, que todo habría sido mejor de no haberlo hecho.
Somos el conjunto de nuestras acciones, pero llega un momento, en el que nuestras acciones nos controlan a nosotros, y no al revés.