miércoles, 28 de enero de 2015

La odio tanto, que no sé que hacer. Y no se va. No desaparece. Y quiero, pero no puedo. Y pienso, pero no lo digo. Y lloro, pero no lo siento.
Lo intento, y cada vez es peor. No sé que hacer. No quiero mirarla, y debo hacerlo cada día. No quiero soportarla, y lo hago a cada segundo. La odio tanto, y ella lo ignora tanto.
Ilusa. Como si algo fuera a cambiar. Como sí algún día tú, fueras a dejar de dar el asco que das.
Estúpida. Crees en un futuro mejor, en alguien mejor que tú, cuando ni siquiera puedes mejorar.
Ignorante. Ni siquiera en lo único "bueno" que tenías, sabes destacar.
¿Qué te queda? ¿Quién te crees que eres? Una mierda. Una don nadie. Nunca serás nadie, porque nadie te merece, ni siquiera tú misma.
La odio tanto, no sé que hacer.
Quiero dejar de oírla. Quiero dejar de verla. Ella y su asqueroso cuerpo, y su estúpida risa. Y sus estúpidas palabras. ¿No se va a callar nunca?
Cállate.
No me devuelvas la mirada, estúpido espejo. Bájala. Mírate, mira el asco que das. No vuelvas a levantar la vista.
Piensa. ¿qué te queda? Ya no eres nadie. Nadie. No eres nada.
La odio tanto, que no sé que hacer. Y no se va. No desaparece. Y quiero, pero no puedo. Y pienso, pero no lo digo. Y lloro, pero no lo siento.

lunes, 5 de enero de 2015

Estoy feliz. Supongo que por eso no tengo inspiración para escribir, nunca he sabido reflejar los momentos felices, solo he sabido vivirlos.
Tengo tantas cosas en la cabeza, tantas cosas que imagino y sueño, que solo me centro en conseguirlas y aparto lo demás. Tengo razones para ser o estar feliz, y por fin estoy empezando a verlas, y a vivir la vida que quiero.
He estado tan centrada siempre en lo que todos quieren que haga o sea, que ni siquiera me he preguntado lo que yo quería. Pero tengo un nuevo año, 365 días, esperando que yo los viva como se merece vivir una vida. Este año, será un año de cambios, un año en el que yo decidiré qué quiero de verdad. Y el caso, es que lo sé. Sé exactamente lo que quiero, y lucharé por ello.