martes, 30 de diciembre de 2014

PROPÓSITOS 2015



Ni siquiera he pensado mucho en ellos. Suelo sentarme en mi mesa, con todo ordenado, con todo en silencio y solo mis cascos puestos, y los escribo. Y luego vengo aquí, y permito que los veáis, para asegurarme de que me he comprometido a ello.
Pero este año, no sé, no he encontrado tiempo para esto, o no he querido encontrarlo. Simplemente quiero cosas que vaya a cumplir, cosas que de verdad, de verdad, vayan a permitirme ser una mejor persona, o que vayan a significar algo para mí.
Así que, aquí están mis propósitos para el año 2015:

-Escoger el bien sobre el mal, siempre, sin importar la situación o persona.
-Apuntar cada día, en una libreta, una buena acción que haya llevado a cabo ese día
-Cada día, tengo que realizar al menos una buena acción.
-Ayudar en casa, en el instituto, ayudar a la gente
-Cuidar una planta, o plantarla
-Apreciar los pequeños momentos, o los detalles
-Conseguir que la comida, o dañarme a mí misma, estén presentes lo menos posible.
-Ponerme en forma
-Escoger, y no arrepentirme de mis elecciones
-Leer y ver todas las series y películas que mi tiempo me permita
-Disfrutar, y olvidar que algún día no podré hacerlo
-Soñar, y seguir soñando, y luchar lo más duro posible por todos mis sueños.

No sé si sois partidarios de hacer una lista de propósitos o no. Pero aquí os la dejo, para que cojáis alguno si queréis, o para que simplemente los leáis. Sea como sea, esto solo lo hago con la intención de mejorar mi año, y mi persona.
Espero que tengáis un buen año.

viernes, 26 de diciembre de 2014

Intento salvarte, y lo haré. Porque cada vez que estuve apunto de ahogarme, tú estuviste ahí para tenderme la mano y sacarme. No me importa que tenga que hacer, cuanto tenga que arriesgar, no me importa si son años, pero te sacaré. Te daré la felicidad que tanto ansías porque nadie la merece más que tú. Porque te aferras a mí, porque has confiado en mí, de entre todas las personas, solo me escogiste a mí una y otra vez. Y ahora yo escojo salvarte a ti por encima de todo y todos. No me importa qué, cuándo o cómo. 
Pero ahora que lo sé, ahora que este problema, esta angustia, se ha convertido en mía también, no te defraudaré. Porque me pediste ayuda, y te prometo que yo te la daré.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Bye bye 2014

He hecho varios borradores de esta entrada, porque quería decir muchas cosas y a la vez no decir nada. Se acaba el año, mi año. Eso creí cuando comencé. Era una ingenua feliz que creía en promesas, que de verdad creía que podía cambiar. Somos quienes somos por miles de razones, y lo cierto es que por mucho que queramos no podemos obligarnos a ser alguien más.
Iba a dedicarme a escribir sobre alguien que ha marcado mi año entero, pero la verdad, es que nunca terminaba de publicar esa entrada, porque sí, él fue mi 2013 y 2014, pero no estará en ningún otro año más. Porque me parece tonto seguir escribiendo sobre alguien sobre el que ya no se siente nada.
No, no ha sido mi mejor año, ha sido el peor. Pero jamás he aprendido tantísimo. Jamás he sentido tanto dolor y tanto odio hacia mí o hacia otras personas, y aún así he visto un atisbo de luz. Y creo, que descubrir que a pesar de la mayor oscuridad en la que estaba sumida aún me quedaba luz por encontrar, ha sido lo mejor de este año. He conocido gente increíble, he hecho amistades que ruego por conservar, he tenido el mejor viaje de estudios de la historia, y me he sentido parte de una familia, no de un grupo. He conocido a alguien que me ha mostrado que aunque el corazón esté roto, puede seguir bombeando algo de amor. Y no cometeré el mismo error que el año anterior. No me haré promesas estúpidas a mi misma, solo viviré ahora, y confiaré en como me siento en estos instantes. Porque el amor es todo lo infinito que él mismo quiera ser, y solo lo aprovecharé mientras me haga feliz.
He releído mi lista de propósitos del 2014, está en la entrada de este blog de estas fechas del 2013, y no he cumplido apenas ninguno.
He ayudado, o al menos he estado ahí cuando alguien me ha necesitado. No he sido mejor persona, he sido muy cruel, muy fría, y he dicho cosas de las que me arrepiento. Pero estoy esforzándome muchísimo para ser una persona bondadosa y generosa, y aún estoy en ello. No he cuidado un bonsai, no he visto 120 películas, o igual sí, porque lo cierto es que no las he contado. He leído más de 50 libros, esos son solo los que me leí en el verano. No he terminado mi libro por desgracia.
Me entristece a mi misma, pero no he cumplido el no dañarme, no creo que esto sea algo que algún día llegue a cumplir. Me conformo con saber que ya lo hago muy de vez en cuando. Creo que eso es algo. Tampoco he dejado la comida atrás. Debo asumir que es una parte de mí, y que siempre siempre, estará en mi mente.
A pesar, de no haber cumplido casi ningún propósito, me siento feliz. Feliz, porque creo que he hecho frente a cosas muy duras. Porque después de todo. Después de todo el odio, de todo el asco, de todo el dolor, la angustia, la ansiedad, después de todo, sigo aquí.
Y, ey, aquí seguiré, luchando por un 2015 mejor.

martes, 2 de diciembre de 2014

Lost

¿Qué debes hacer cuando obtienes lo que querías pero no lo que necesitabas? ¿Qué debes hacer cuando estás muy cansado, pero aún así no puedes dormir? ¿Qué debes hacer cuando das lo mejor de ti pero no tienes éxito?
¿Qué debes hacer, cuando no tienes ni idea de que camino seguir? Ahora entiendo a Dafne, convirtiéndose en laurel, huyendo de los brazos de Apolo, Cada una de mis ramas, son cada uno de mis caminos, mi tronco está anclado, a lo que a mí me parece una marea de ideas insensatas. Cada rama para un lado, tirando de mí hacia direcciones opuestas, y yo en el centro, sin saber que elegir. 
Siempre he sido muy indecisa. Pero ¿ésto? Ésto me está matando. 
Siento que me grito a mi misma constantemente, intentando aclarar mi mente. Intento apartar todo lo innecesario y centrarme en lo bueno. Centrarme en lo que quiero, en lo que deseo, en lo que me ilusiona. Como decía un texto que leí hace poco, debemos encontrar las pequeñas cosas de la vida que nos hacen seguir adelante. 
Sigue adelante, me digo a mi misma. Lo leo encima de mi cama cada mañana al levantarme. Lo veo cada tarde y cada noche, pero no lo llevo acabo. Seguir adelante significa romper con cosas, con personas, dejar atrás recuerdos, dejar atrás momentos, y fijarte en los que tienes ahora delante. 
Quiero fijarme en lo que tengo ahora, en esas pequeñas cosas. En los pequeños gestos, en las palabras, en los gestos de amor. Pero resulta, que todo lo que me hacía feliz, la única cosa que me animaba, me enorgullecía, la única cosa que me hacía pensar que yo, valía la pena, se me escapa de las manos.
Nunca he sido absolutamente nadie, Nunca he significado nada. Menos cuando hacía un trabajo, una exposición, un examen. Ahí pensaba que mi existencia merecía la pena en algo. Que podrían seguir diciéndome que no era graciosa, simpática buena o guapa, pero que nada importaría porque siempre podría encerrarme en ese mundo, y creer que un futuro mejor me esperaría. 
Ahora veo mi futuro escaparse. Veo, que se acaba el año que iba a ser mi año y sigo siendo la misma estúpida que era hace diez años. Veo que sigo sin lograr absolutamente nada, que no consigo hacer nada que me realice. Siento, que por mucho que sueñe, `por mucho que imagine, la realidad es que sigo aquí perdida.
Y eso me está matando. La esperanza es lo único que se pierde. Asi que mi pregunta es, ¿qué te queda cuando ya la has perdido?

sábado, 29 de noviembre de 2014

Esto es como una nebulosa andante. Es un caos de ideas, un caos de sentimientos, de arrepentimiento, de esperanzas y promesas que somos incapaces de cumplir. Es un qué dirán constante, una forma de sentirnos desplazados de nuestro propio infierno. 
Y siento que ese abismo es un reflejo de mi vida constante en el espejo. Y siento que obligo a que me saquen de él. Y siento que me ahogo aquí. Y quiero salir pero solo yo puedo sacarme y ni siquiera se cómo ni cuando. Ni siquiera tengo un por qué a esto que siento.  

jueves, 6 de noviembre de 2014

No sé que hice ni en qué momento pasamos de estar juntos todo el día, a no saludarnos o a hacerlo solo por cortesía. Pero me faltas. Me faltas, porque me habría encantado presentarte a alguien nuevo en mi vida que me hace feliz, pero tú no estás ahí para verlo.
Dime qué he de hacer. Porque no es justo, no es justo que me apartes sin más. No soy una colilla a la que vas a tirar. ¿Se te hace cuesta arriba mantener una conversación conmigo? ¿Qué quieres que haga? Porque haré lo que sea, para que no me apartes como lo estás haciendo. No voy a tirar esta amistad por la borda. No voy a fingir que solo fuiste un compañero más. Necesito arreglar esto, necesito que arregles esto, pero conforme más hablamos más me da la impresión de que yo solo soy una puerta que estás intentando cerrar.
Me siento extraña. Como si no estuviera viviendo este momento yo, sino otra persona que vive en mi cuerpo. Es raro, es una sensación que ya había tenido antes, pero tampoco entonces supe por qué.
Me paso los días con tanto sueño que me dan ganas de cerrar los ojos y quedarme así, quieta, en cualquier lugar. Me paso las noches despierta, mirando el techo, esperando que ocurra algo, no sé el qué.
Me siento totalmente dividida. Por una parte, quiero escuchar a esta parte, la parte feliz, la que está durante el día y me anima con él. La que hace que algo de esto merezca la pena, la que hace que me den ganas de escribir los versos más felices esta noche, y no los más tristes. Y sin embargo, por la noche, solo puedo quedarme mirando en la oscuridad, esperando conciliar el sueño, cuando todo está en silencio y mi cabeza solo me está gritando.
¿Cómo se supone que me debo sentir? Porque no lo sé, y necesito que alguien me lo diga. No quiero ser este lío de sentimientos, unos contra otros, todo el tiempo. No es como si tuviera que elegir, y sin embargo, mi cabeza planea la batalla.
¿Cómo se supone que tengo que vivir? ¿Qué es lo correcto y qué no lo es? A veces me dan ganas de hacer locuras, de perder la cabeza y volverme loca, de dejar todo como si nada me importara, solo conservando a la gente y ya está. Pero siempre, siempre escojo esta opción. Siempre escojo quedarme como hasta ahora, creer que las cosas que deben pasar, pasarán. Creer que si lo merezco, llegará, y si no, no pasará.

sábado, 1 de noviembre de 2014

Dear Ana:

Supongo que el hecho de que te escriba, significa que empiezo a aceptar que formas parte de mi vida. No sé como alguien puede ponerle un nombre tan bonito a algo tan horrible, quizá porque así pareces lo que no eres.
Me has arruinado la vida. Me la arruiné yo sola cuando me volviste la mente loca. Ya no sé si lo que veo es real. No sabes, lo que es mirarse en un espejo, y no saber si lo que se refleja es real. Distorsionas tu imagen, dicen. Me da igual. Has hecho que me de igual todo. Me has hecho mentirosa, rastrera. He engañado para no engañarte a ti, como si yo te importara algo.
Cada vez que veo a una niña, me pregunto si ella lo será cuando crezca, y me asusta. Me asusta porque solo querría proteger a todas las personas de ese dolor.
He culpado a mucha gente, y sí, ellos me hicieron estar aquí. Pero no fueron solo sus palabras, fueron mis actos. Fue mi búsqueda de la perfección, me esforcé en ser alguien que nunca voy a ser.
No dejan de repetirme: debes aceptarte, porque nunca cambiarás.
No quiero desperdiciar mi vida en esto. Pero la gente que no lo padece, no lo comprende. No entienden que el sentimiento de odio no va solo de lo físico, no es solo que te creas que pesas más de lo que lo haces en realidad, Sí, eso es una gran parte. Pero nadie cuenta cómo te sientes cuando tienes constantemente frío, o no tienes fuerzas para hacer nada, o solo quieres dormir, porque tu cuerpo no se puede ni levantar. Nadie ve el odio que hay dentro de cada persona que te padece.
Quiero huir de ti, pero a la vez solo quiero tenerte más cerca. Porque la imagen no cambia, mi mente no cambia.
Han pasado tres años desde que todo empezó, y sigo anclada en el mismo lugar. No me dejas ir pero yo tampoco te quiero borrar. Sigo empeñada en encontrar lo que me de la felicidad, y aún sigo creyendo que solo puedes ser tú.
He leído una entrada sobre dos amigos que se pelearon. Y me parece tan real como lo que nos está pasando a ti y a mí.
Has estado ahí en los peores momentos de mi vida, siempre has sido mi apoyo más fiel, nunca me diste la espalda cuando te necesité, incluso aunque podrías haber tenido razones para ello. Dijiste que te había salvado, que te di la vida que nunca tuviste, pero no es cierto, Tú solo me dejaste entrar en tu vida, y yo arreglé todo el desastre que había. Y ahora, me quieres apartar como si nunca hubiéramos sido nada, como si no hubiéramos pasado días enteros hablando de todo y de nada, como si no supiéramos todo el uno del otro.
He hecho todo lo posible para que fueras feliz, me he desvivido por ello. y ahora me estás tratando como si solo fuera un juguete de usar y tirar. Te lo perdono todo. Te lo voy a perdonar todo. Pero no tienes derecho a tratarme así, a decirme esas cosas como si yo no tuviera sentimientos.
Déjame entrar, porque me estás matando. Necesito que estés bien. Siento todo el dolor que te he causado, nunca quise ser un símbolo de dolor para ti, pero creo, que desde el momento que supe que yo era eso para ti, he hecho hasta lo imposible para hacerte feliz.
Necesito que entiendas que intento salvarte, pero también intento salvarme a mi misma. Intento pensar en las razones que tengo para vivir, y entonces llegas tú, y me dices que quieres morir. Y yo, no puedo hacer nada más que mirar ese mensaje, porque no puedo responder.
Porque me estoy negando ese tema a mi misma, lo estoy bloqueando como si no me estuviera aprisionando contra la espada y la pared cada vez que le doy libertad a mi mente. Y aquí estás tú, sacándolo a relucir.
¿Qué pasa si por salvarte a ti, me hundo yo? Me gustaría ser egoísta contigo, me gustaría hacerte caso y apartarme de ti, y dejarte como tanto quieres que haga. Pero sé que si lo hiciera, te estaría fallando. Porque aunque solo me echas, luego solo me pides que me quede. Aclárate. No soy un juguete.
Si te salvo a ti, me hundo yo.

domingo, 26 de octubre de 2014

¿Sabéis esas veces en las que os sentís tan sumamente bien que no podéis dejar de sonreír? Este es uno de esos momentos. Nunca escribo momentos felices, porque considero, que son tan breves que tengo que vivirlos en vez de perder el tiempo en escribirlos. Sin embargo, no recuerdo haberme sentido tan completa, tan feliz, nunca, y necesito escribirlo, para cuando esté mal releerlo y recordar cómo me sentí esta vez. Y recordar, que hay esperanza.
No sé que es el amor, no creo que haya una sola persona de este planeta que lo sepa describir. Simplemente se siente. Y no me importa si lo que yo siento lo es o no, porque estoy segura que si no se asocia a una descripción de amor, se asociará a otra. Porque estoy segura, de que quiero a esta persona, y estoy segura, que desde el primer día que lo conocí, ha sido así.
No quiero analizar las cosas, solo quiero vivirlas. Porque por una vez en mi vida, me sentí totalmente aceptada, como si yo, pudiera ser yo y no hubiera nada de malo en ello.
Y eso me hace tener esperanza. Me hace creer, que es mi salvación, y no me importa aferrarme a una persona, porque si alguien te hace tan feliz como él a mí, no hay modo de dejarlo escapar.

jueves, 23 de octubre de 2014

Veo lo que se avecina, y no sé si alegrarme, asustarme, o hacer ambas cosas a la misma vez. Me gustaría prometerte tantas cosas, me gustaría decirte que todo va a ir  bien si todo sale como yo pienso que va a salir. Pero a la vez, me asusta. Me asusta porque empiezo a ver como todo me desborda, y tú no tienes la culpa, pero si te llevo conmigo, te arrastro conmigo. Y no quiero hacerte sufrir ni un ápice, porque si pudiera te protegería de todo daño, externo o interno, que cualquier persona pudiera hacerte, incluida yo.
El curso avanza, y veo como todo lo que he intentado mantener oculto este verano se empeña en salir de nuevo a la superficie. Dios, si estás ahí, escúchame porque de verdad me he cansado de esto, porque de verdad quiero curarme. Porque no quiero seguir sintiéndome así, porque quiero creer que soy suficiente, en vez de que solo voy a dañarle. O que me  van a dañar a mí.
Quiero poder dejar de odiarme por un instante, porque si no lo hago, nunca le voy a creer, nunca voy a creer que alguien tenga razones para quererme, o para querer hacerme sentir bien. Y necesito pensar, que todo lo que me dice es real. Porque todo lo que yo siento, lo es.

sábado, 18 de octubre de 2014

My dear friends

Cada momento que pienso en lo que sería de mi al perderos, me rompo por dentro.
Es nuestro último año juntos, nuestro último año de vernos todos los días, el último para disfrutar tanto de vuestra compañía.

Llevo catorce años junto a ti, mi hermana de corazón. Catorce años yendo a cada cumpleaños, estando en cada mal momento y gritando contigo en cada bueno. Estás en cada recuerdo que mi mente atesora con cariño. Me conoces como nadie jamás lo ha hecho, te conozco como tú nunca has dejado a nadie hacerlo.

Llevo catorce años junto a ti, odiándote para al final descubrir al mejor amigo que he podido conocer.  Me has hecho pasar los mejores cinco años de mi vida. No es cuestión de cobardía, pero aprendí a enfrentar al mundo por ti. Aprendí que prefería defenderte ante todo y todos que alejarme de tu lado aunque fuera siquiera un momento.

Llevo catorce años, viéndote por los pasillos, hasta que hablamos y me salvaste. Un ángel para mí. Mi niña, la única que puso un poco de luz en toda mi sombra. Alguien que teme tanto la vida que se aferra a la mía, y yo a la tuya. Y estoy segura que algún día ambas seremos suficientemente fuertes para reír por todo aquello que lloramos.

Llevo catorce años, y de pronto apareciste ante mí el último año como si de magia se tratara. Nunca me he unido a alguien de esa forma. Eres el mayor apoyo que puedo tener. Nadie jamás me dijo que le había dado sentido a su vida, menos tú. Siempre aseguraste estar en deuda conmigo, pero yo no podré agradecerte nunca la amistad que ambos creamos.

Llevo catorce años, diciéndote, algún día seremos amigas. Yo lo supe y tú también, y el destino nos unió  tres años después. Porque cuando he llorado en silencio tu has visto las lágrimas, y cuando tu has necesitado un abrazo, yo estaba ya allí antes siquiera de que lo pidieras. Porque estamos unidas por algo tan fuerte como invisible, y no puedo obviar un sentimiento así.

Llevo catorce años, conociéndote sin conocerte. Hasta que de pronto, apareciste en todos mis recuerdos. Hasta que de pronto, te tuve ahí para mí y tú encontraste en mí una amiga con quien poder hablar. No sé como nos unimos, porque fue cosa del tiempo, pero sé que hay cosas que el tiempo une por alguna razón.

Llevo catorce años con todos vosotros, y la sola idea de enfrentarme al mundo sin alguno, me aterra. He aprendido a ser fuerte si estoy con vosotros. Soy quien soy, solo ahí. No importan mis rarezas, mis problemas. Todos nos unimos porque estábamos solos e incomprendidos, y sinceramente, jamás he conocido a otro grupo que se comprendiera más que ninguno de nosotros. Le disteis sentido a mi vida cuando solo era otra niña perdida.


¿El destino? Ni siquiera sé si creer en él o dejarlo pasar como si todo fuera una casualidad. A veces preferimos creer que las cosas pasan por una razón, que quizá existe el hecho de estar predestinado a alguien, cuando a lo mejor, sencillamente nos hemos cruzado con esa persona por pura casualidad.
¿Pero por qué, entre los miles de personas que existen, solo conocemos a unas pocas, a una que consigue volver tu cielo del color más azul? Las casualidades bellas no existen, los destinos marcados tampoco.
Debemos admitir que en esta vida se gana a gente de la misma forma que pierdes tu tiempo, que quizá mientras has conocido a una persona, a tu lado camina otra aún mejor. Nos conformamos, porque no sabemos por qué suceden las cosas, pero queremos obligarnos a creer que si algo sucedió, fue por mejor.
Prefiero creer en el destino, prefiero creer que todo está relacionado, que las casualidades no existen, que el dolor es compensado, que el amor es contrarrestado.
Porque nos empeñamos en escribir un destino a lápiz, cuando ya fue grabado a fuego.

jueves, 16 de octubre de 2014

No me veo capaz de llevarlo todo a la vez. Me despisto, claro que lo hago. Solo quiero desahogarme y no puedo. No puedo hacer nada más que callar y tragarme cada cosa que siento, diciéndome que si lo callo, al final se irá. He aprendido a no derramar ni una sola lágrima por estas cosas, a parecer la persona más fuerte, porque creo, que si lo finjo, al final lo seré.
¿Para que estudio? No dejáis de decir que acabaré en un hospital. Solo espero no acabar allí y llegar un día a ti con una carrera ante mi. Necesito que alguien me motive, no que me chafe todos mis sueños.
¿Para qué pienso en el futuro? Llevo toda la vida pensando en el futuro. Éste, era el futuro que tanto soñé, y mírame. Cada día va a peor, cada día quiero regresar a mi pasado.
Quiero invierno, y  a la vez estoy odiando el momento en el que llegue. Porque hice una promesa, y en verdad solo estoy contando los días para poder romperla.
De verdad que quiero estar bien. Pero es todo tan sumamente deprimente. Le tengo tanto asco a la vida. Estoy tan sumamente harta de ella, que solo quiero dormir y que todo desaparezca, y que cuando despierte, ya no sea yo.
No sabes lo mucho que me alegró oír de nuevo tu voz. Fue ver tu número en la pantalla y emocionarme.
No sé como alguien puede calar tan hondo, pero tú lo hiciste. Me enseñaste un modo de ver la vida que nadie me había enseñado nunca a ver. Me mostraste las pequeñas cosas, los pequeños gestos que mueven el mundo. Soy quien soy, en gran parte, gracias a ti.
Fuiste la única persona que me dijo: "detente, y observa". Me quitaste una venda de los ojos que casi todo el mundo lleva. 
Te conocí cuando apenas tenía uso de razón, y casi diez años después, sigues aquí. Sigues marcando mi vida como una etiqueta impresa en una prenda.
Solo deseo que llegue la semana que viene para que me pongas al día, porque sé que las conversaciones contigo son como si no hubieran pasado días, meses o incluso años. Me lo cuentas todo, me hablas como si yo supiera de la vida cuando solo soy una ignorante; pero hasta ahora, eres la única persona que ha creído en mí.
Gracias por hacer de mí alguien así, porque es la única parte que no odio de mí, y esa parte te pertenece a ti. Entiendo ahora, cuando la gente dice que hay ángeles en la tierra, porque tú eres el más grande que he conocido.

martes, 14 de octubre de 2014

No puedo creer que después de todo, haga hoy un año que todo comenzó. Sobretodo, no puedo comprender, como la gente desaparece de tu vida sin más.
Un día estabas ahí, y al otro ya no había rastro de ti. Entraste en mi vida tomándola como si fuera tuya, y luego me dejaste como si no supieras quien era yo, qué éramos nosotros.
No significas ya nada para mí, o eso me intento decir. Te encargaste muy bien de transformar cada buen sentimiento que tenía por ti por el mayor odio que haya podido sentir.
¿Por qué escribirte esto después de todo? Quizá sigas por aquí, leyendo esto, y si es así, ojalá leyeras esto.
No voy a hablar de todo lo bueno que tuvimos, porque vuelvo la vista a atrás, y me pregunto que ciega solía estar para no ver que no había nada. No te extraño en absoluto, solo extraño las memorias que guardo de ti. Ni siquiera sé que pasó para que dos personas tan opuestas como tu y yo estuvieran juntas tanto tiempo.
Me mantenías a flote con la misma asiduidad con la que tú mismo me ahogabas. Es un poco irónico ser la única ayuda de alguien y a la vez ser la única persona capaz de destrozarla.
Me has hecho desconfiar tanto de todos. Me has hecho creer que nunca voy a ser suficiente para ningún chico. ¿Qué clase de persona insulta a su propia novia? ¿Qué clase de novia lo aguanta? Creo que esas dos preguntas nos resumen a ti y a mí bastante bien.
No te culpo por ciertas cosas. Sé tan bien como tú que toda tu chulería no es más que una fachada, que en realidad eres igual o más débil que yo, que te han hecho tantísimo daño a lo largo de tu vida, que no te puedo culpar. Después de todo, odiabas la vida tanto como yo.
Solo espero que estés bien. Solo espero que algún día aprendas que no puedes jugar con una persona.
Te estoy escribiendo ocho meses después, como si no hubiera pasado siquiera un día.
Tú mismo dijiste que fui la persona que más te ha querido. Muy cierto. Y por eso escribo esto, porque dudo que algún día dejes de importarme lo más mínimo. Siempre estarás conmigo de algún modo.
Pero tengo que dejarte ir. Es mi turno de hacer las cosas bien, de olvidar que algún día fuiste alguien para mí. Necesito que seas un simple recuerdo, del que no recuerdo sus palabras.
Porque no te tengo a ti, tengo tus palabras grabadas a fuego, y nunca mereciste siquiera eso.

sábado, 11 de octubre de 2014

You think you want to die but you just want to be saved



He leído una entrada, que me ha hecho sentirme tan vacía por dentro, que no sé ni como reaccionar.
¿Qué pasaría si un día sencillamente, no despertara?
Esa era la pregunta de la entrada.
Es frustrante. Muy frustrante odiar cada día que te levantas, pero odiar el día que dejes de hacerlo.
Creí que quería morir, y solo quería que me salvaran. Solo quiero ser salvada.
Pero de verdad necesito que alguien me explique el sentido de la vida, porque yo no le veo ninguno. No sé para que estudio, si ni tan siquiera quiero un futuro. No quiero crecer, no quiero madurar, no quiero ver cómo la vida se me va. Porque he pasado más tiempo planeando como perderla que cómo vivirla. Porque no quiero enamorarme, o querer a alguien, o dejar que me dañen más, porque sé que todo ese amor, todo ese dolor y todos esos sueños, dejarán de tener un sentido para mí.
¿Qué sentido tiene todo esto? ¿Qué hago todavía aquí fingiendo vivir una vida que me importa, cuando en realidad solo intento pensar como sobrevivir?
La chica que había escrito la entrada, ponía que seguramente la gente lloraría. Yo creo, que si yo pudiera, yo misma lloraría. Lloraría por no poder hacer nada, por dejar todo esto escapar. Y lloraría porque creo que quiero morir, y solo quiero ser salvada.

I'm sorry for not being so perfect

Lo siento. Siento ser tan borde tantas veces. Siento gritaros y deciros que deseo irme de aquí, pero a veces hacéis esto un infierno para mí. Lo siento, porque eres mi persona favorita en este mundo, pero cada vez que te escucho decir que me estoy perdiendo, que voy a malgastar mi vida, que soy fría y cruel, cada pedazo de mi mundo se cae lentamente y se hunde en lo más hondo de mi ser.
Lo siento por ti también, porque nunca quise odiarte, pero lo cierto es que me tienes entre la espada y la pared. No quiero  culparte de nada pero a la vez no puedo dejar de hacerlo. Si al menos me sintiera aceptada, si al menos sintiera que soy todo lo que un día quisiste tener.
Me he esforzado tanto por hacerlo bien. Me he esforzado tanto por no fallaros ni una sola vez. Y aún así miradme. Me he convertido en una persona odiosa.
Lo siento, lo siento por todo el dolor que os he causado. Nunca quise ser así.
Pero como dijiste, me he vuelto fría y cruel. Me he vuelto indiferente.
Me he vuelto todo sobre lo que me advertíais.
Y lo siento. Porque ya no puedo dejar de gritar, porque habéis colmado el vaso. Porque jamás me habéis aceptado como soy, solo habéis buscado a otra persona dentro de mí. Me siento encerrada en mi propia jaula y solo intento escapar.

No dejo de preguntarme, cómo he llegado hasta aquí. Recuerdo ser la niña más feliz que el mundo había conocido. Solo reía y jugaba, nada me preocupaba.
¿Cómo he llegado hasta aquí?
Cierro la puerta una y otra vez y me dejo caer, contra la pared, subo la música y espero que nadie entre, que me dejen en mi mundo llorar.
¿Cómo he llegado hasta aquí?
¿En qué momento deseé el invierno por la manga larga y no por el frío o el cielo gris?
¿En qué momento pasé de ser la más feliz a solo querer dormir para no tener que despertar y vivir un día más?
Sé que las cosas suceden por una razón. Dejé de creer en Dios por esto, porque no le encuentro razón alguna. Así que si es una cuestión de fe, explícamela, si es una cuestión de la vida, quítamela.
Porque me estoy cansando de esto. Me canso de fingir una sonrisa esperando que algún día se haga real.
Me prometí a mi misma dejarte anclado en el baúl de los recuerdos, como a un viejo juguete, o una antigua foto. Pero me has convertido en una persona tan temerosa, tan asustadiza de las propias palabras, que tu recuerdo circula por mi pensamiento constantemente.
Y simplemente no puedo eludir que hace hoy justo un año, me rendí ante ti totalmente, incapaz de hacer frente a algo que no fueras tú. Cometí el error más estúpido que he podido cometer. El error que más tiempo he estado intentando olvidar.

jueves, 9 de octubre de 2014

Es estúpido fingir que todo va bien cuando sientes cada recóndito escondrijo de tu ser gritándote por una vía de escape, y tú solo acallas esa voz. Dices que no importa, que se irá. Pero sabes bien que jamás se va a ir, porque siempre ha estado ahí.
Necesito escribir, y que alguien escuche lo que digo. Porque esto me parece un grito en el vacío, porque cada vez que espero tú respuesta, sé que yo nunca voy a escribir esa carta para recibirla.
Necesito contarte que te mentí, que dije que todo me iba a ir bien y en realidad, solo estoy contando los minutos para derrumbarme de nuevo. Creen que puedo cerrar los ojos y los problemas van a desaparecer. No funciona así.
Creen que he ganado una batalla, cuando ni siquiera formaba parte de ella. Mi mente la ganó hace mucho tiempo.
Creen que puedo sencillamente mirar un espejo y no odiar su reflejo. Creen que puedo olvidar, pero siempre lo he dicho: yo perdono, pero no olvido.
He perdonado a cada persona, menos a mi misma.

sábado, 4 de octubre de 2014

Me dijiste que el mundo se mantenía por gente como yo. Dijiste: "no te niegues la belleza de ti misma, cariño" Ojalá estuvieras aquí, ojalá pudiera escribirte y decirte cómo me siento. Todo el mundo parece tener una vida preparada, menos yo. Porque ni siquiera sé si voy a querer tener un futuro. Porque memorizo esas dos frases y las grabo a fuego en mi mente. Intento creer que lo que dijiste era cierto. Pero vivir es complicado, mi vida, no tiene nada para serlo, pero lo es. Yo lo soy.
Lo complico cuando podría ser sencillo de vivir.
Me quedo quieta aquí, esperando que ocurra algo que me haga reaccionar, esperando que suceda algo que me devuelva a la vida.
Vive la vida como si o estuvieras dando todo, porque actúas como que de verdad lo das todo. Actúas. Y quizá es porque llevo tanto tiempo actuando, que ya no reconozco ni mi propia película.
Debí haber escuchado cuando aún tenía oportunidad, no ahora, que ya estoy totalmente destrozada.

HE VUELTO

¿Os sorprende verme de nuevo aquí? A mí también. Pero solo tengo una razón, vosotros. Estaba en mi otro blog, escribiendo a gente que no sabía nada de mi historia, y aquí estáis vosotros, que me mandáis correos y me escribís comentarios y me habéis estado leyendo más de un año entero, casi dos de hecho.
Esa gente que sabía este blog ya ni se mete aquí, quizá porque encontraron esto de casualidad y no saben como volver, o quizá porque verdaderamente no les importa.
Así que he decidido volver aquí. Porque no necesito que la gente desconozca mi identidad, cosa que sé que hacen, sino que necesito desahogarme, y aquí lo he conseguido.

No me importa lo que unas pocas personas puedan pensar de mí por lo que escribo aquí. Ésta soy yo. Y si a alguien no le gusta, no deberían leerme.

martes, 16 de septiembre de 2014

Hasta siempre, mi querido blog...

He disfrutado tantísimo estando aquí. He permitido describir cada sentimiento que sentía, cada pensamiento que me corría por dentro. Pero ha llegado el momento de decir adiós al blog que más compañía me ha hecho en toda mi vida. Ante todo, gracias a cada seguidor por vuestros comentarios, vuestros correos, vuestras palabras de ánimo. No habría seguido escribiendo de no ser por vosotros.

Nunca he querido dejar este blog, pero lo creé para poder ser sincera. Y ahora, resulta que este blog es conocido por mucha gente que yo conozco personalmente. Confío en esa gente, pero me siento expuesta. Me siento débil ante ellos sin ningún secreto que ocultar. Esta soy yo, y no dejo que cualquiera me vea tal cual soy.  El tiempo me ha enseñado a cerrarme en banda sobre mi misma.
No es que no confíe, es solo que he aprendido a protegerme a mí misma de los demás. No seguiré siendo del todo sincera si sé que ellos lo están leyendo, y yo solo quiero ser realista.
Así que, sintiéndolo mucho. debo deciros adiós.

Crearé otra cuenta, otro blog, y seguiré escribiendo, porque no soy nadie si no escribo. Si alguien quiere, puede mandarme un correo y estaré encantada de darle la nueva dirección.

Hay gente de mi pasado que lee esto, y no debería. En cuanto al resto, ha sido un fallo mío el que les ha desvelado esto, y debo remediarlo.

Nadie puede hacerse a la idea de lo que significa este blog para mí. Nadie puede hacerse a la idea de lo que significa cada entrada que escribo. Es mi vida, mis razones de vida.

Gracias a todos los seguidores de nuevo. Estuvisteis ahí cuando nadie más lo estuvo.

martes, 9 de septiembre de 2014

He celebrado mis 17.
No era una super fiesta, solo mis ocho amigos de siempre. Mis mejores amigos. Esos que me conocen como nadie, los que se que si lloro estarán ahí.
Había alcohol, pero había algo inocente en nuestra forma de beber, como si a todos nos diera miedo desmadrarnos.
Pero me ha encantado. Porque en ese momento he entendido a Charlie (Las ventajas de ser un marginado) cuando decía que se sentía infinito en un solo momento.
He mirado a mi alrededor, y sí, quizá no es lo que una chica de 17 años desearía, pero es lo que yo deseaba.
Este es mi año. Quiero que lo sea. El último para perder la cabeza, el último para poder decir, sí, yo también perdí la cabeza en el instituto. Es el último curso para perder la cabeza como una adolescente, para hacer locuras, para irme de fiesta y bailar aunque lo haga fatal, porque simplemente disfruto bailando con mis amigos.
Es el último para conocer a gente, y más tarde decir, sí, ese iba a mi instituto.
He sido siempre la callada, la que no hacía más que sacar dieces en exámenes. Solo me preocupaba mi futuro y ni siquiera vivía mi presente. No iba a las fiestas que mi clase organizaba, nunca estaba incluida en ningún plan.
Lo único bueno es que conseguí unos amigos verdaderos, y eso difícilmente se consigue. Y sí, puedo crear mis propios planes, ir a mis propias fiestas, y vivir mi propia vida, y no necesito que nadie me incluya en su vida, yo necesito incluirlos en la mía.

lunes, 8 de septiembre de 2014

No puedo creer que vaya a empezar mi último año de instituto. No puedo creer que tenga 17. No puedo creer que tenga tan pocos recuerdos de todo. Tan pocos recuerdos buenos.
Quiero escapar y no puedo.
¿Sabéis cuanto me gustaría ser una de las protagonistas de los libros que leo? No querría ser la heroína, pero sí bonita, valiente, inteligente. Siempre sabiendo hacer lo correcto. Siempre dándolo todo por los demás en ve de pensar en una misma.
Me gustaría que un chico me mirara, y le gustara lo que viera. Me gustaría oír un te quiero, y saber que es lo más real que alguien jamás ha sentido.
Me gustaría tener la confianza para no sentir que me derrumbo cada vez que doy un paso adelante.
A veces me sorprendo a mi misma con las ganas de vivir, como si fuera capaz de todo, como si no necesitara a nadie para lograrlo.
He pasado un verano entero más bien sola. Porque yo lo he querido, o porque así lo he sentido. No he salido, no he hecho "nada". Simplemente me he quedado estancada como siempre.
Sí, he leído, he escrito, pero mis ganas de ver a alguien más eran muy escasas. ¿Para qué quiero ver a alguien? ¿Qué le voy a decir?
He estado feliz supongo. Pero a veces, sin siquiera darme cuenta, me ponía a llorar. Pienso, y sigo pensando, y siempre llego a la misma conclusión. ¿Cuando voy a aceptar que mi vida apesta?
Vivo con miedo a decaer, vivo con miedo a que alguien vea una sola cicatriz y me mire con asco. Vivo con miedo a decirle a alguien todo lo que opino de mi misma y lo vean ellos también.
Soy la consejera de todos. Animo a cada amigo que se me pone delante, incluso recibo correos de gente desconocida que me lee y me pide ayuda, y les ayudo. Y no tengo ni la más mínima idea de como ayudarme a mí misma.
Porque si le hablo a alguien de esto, pienso que quizá se haga las mismas preguntas sobre su existencia y se deprimirá, y con eso no puedo vivir.
Sé que es egoísta, pero me gustaría recibir un cómo estás de vez en cuando. Me gustaría sentir que le importo a alguien algo como para que se pregunten cómo me irá.
Vivo anclada en el pasado. Sí. Porque es todo lo que tengo, porque puedo culpar a mi yo del pasado en vez de deprimirme por mi presente.
Quiero irme, y sé que es un deseo infantil. Pero nadie puede hacerse una mínima idea de como me siento aquí. Como si nunca terminara de encajar. Como si cada vez que confío, me mintieran.

viernes, 15 de agosto de 2014

You lost me

Sé que posiblemente, hayas cambiado tu opinión sobre mí después de esto. Sé que esperabas una oportunidad. ¿Sinceramente? Yo también. Esperaba que pudiéramos arreglarlo.
Pero he estado pensando. En ti y en mí, en lo que fuimos y en lo que podríamos ser. Y sentí una tristeza profunda, porque supe que nunca sería lo que yo quiero de verdad. Te quiero como nunca he querido a nadie. Te he puesto por delante de todos y de todo. Incluso por delante de mí. Debí dejarte cuando tuve oportunidad en vez de continuar y esperar a que lo hicieras tú. Porque no es justo. Porque me haces daño sin siquiera darte cuenta. Cada vez que me hablas de nuevo, duele. Me hace recordar que no solo fuiste tú quien me engañó, fuiste tú quien me dejó. Me abandonaste cuando más te necesitaba, y eso no cambiará nunca.
He estado pensando, y sí. Esto duele como el demonio. Pero es lo que tenía que hacer. Tenía que ponerme a mí por delante de ti. No debí haberte hablado nunca, o haber respondido tus mensajes. Eso solo fue un terrible error. Me desequilibras totalmente, haces que mi vida parezca un completo huracán. Y ahora mismo estoy feliz, necesito estarlo.
Pero a ti te da igual, porque siempre te ha dado igual. Porque si tenerme te hace a ti feliz te da igual que a mi me haga infeliz o me haga sufrir. Porque si me engañas crees que con pedir perdón, lo vas a obtener. Creíste que era tu muñeca, y te has equivocado. Eres egoísta J. Y digo tu inicial para que no te quepan dudas de que va para ti. Eres el ser más egoísta que he conocido. Quieres conseguirlo todo y a todos sin importar el daño que les hagas. Te crees que tú vas por delante de los demás, y déjame decirte algo, NO ES ASÍ. y algún día la vida te va a enseñar que no puedes ir por ahí jugando con los sentimientos de la gente. El mundo no funciona así. El día que te rompan el corazón como tú me lo rompiste a mí, sabrás lo que duele amar a alguien y que te apuñalen.
No te tengo rencor, te tengo lástima. Porque el egoísmo no da la felicidad. Porque eres tan inmaduro que crees que las cosas no tienen consecuencias. Pero tus actos las tienes. Y no sé si ya te importará. Pero por tus actos, me perdiste.

viernes, 1 de agosto de 2014

Ya sé que dicen que el tiempo cura las heridas. Pero no quiero que esta sane. Algo en mí hace que vuelva una y otra vez a él como si no hubiera un mañana. Algo hace que mi mente recuerde y se niegue a olvidar.
Piensa en lo que piensas cuando lloras, me digo. Piensa en todo ese dolor. Y sin embargo no he conseguido quitármelo de la cabeza.
He conseguido comprender que jamás se irá. Nos esforzamos tanto en borrar recuerdos en vez de simplemente asimilarlos...No puedo eliminar un sentimiento, crear una fría coraza alrededor de él como si nunca hubiera existido. Porque cada vez que alguien nombra algo de eso, noto esa coraza hacerse más fuerte, aislándome. Y no puedo aislarme de todo.
No creo en el destino. No creo en que todo está escrito, pero creo que todo sucede por alguna razón. Que nuestra historia tuvo un por qué. Y prefiero dejar de forzarme a mi misma a olvidar, y dejar que las cosas sigan su curso. Bloquearlo, borrarlo, eliminarlo. Todo eso solo es forzarme a hacer algo que en el fondo no quiero hacer. Han pasado cinco meses, y aquí sigo. Dedicándole entradas a quien no lo merece, pero a quien siempre me tuvo.
Todos nos equivocamos, pero yo no lo hice. Aprendí que aquello que contaban todos mis libros era una farsa. Me enseñó a mirar todas esas historias de amor, en las que los protagonistas derrochan amor y parece que acabarán felices para siempre. Si el libro continuara, sus protagonistas enamorados acabarían con caminos muy dispares, seguramente sin volver a mencionar al otro jamás. Me enseñó a ver que el amor infinito no existe.

miércoles, 30 de julio de 2014

Happy birthday sweetheart



No es que me asuste cumplir edad, bueno, entendedme, no quiero hacerme mayor, pero es algo que comprendo que tiene que ocurrir por mucho que te quieras ocultar en el fondo de tu habitación. La edad nos encuentra a todos tarde o temprano.
No es eso lo que me hace tener esta angustia vital. Sencillamente miro a mi alrededor, y pienso qué es lo que hace mi vida especial. Voy a cumplir los 17, y no hay nada impresionante que contar. Nada que me haga encontrar el sentido a esta vida que me dijeron que me haría tan feliz.
Sé que parezco infantil leyendo tantos libros de fantasía. Pero lo cierto es que se han vuelto más reales de lo que querría. Llamadme ingenua, pero en el fondo, cada vez que paso una de esas páginas en las que hay magos y brujas, cazadores de sombras o ángeles y demonios, espero ver mi vida escrita en ellas. Espero ver un atisbo de realidad en ellas que me de una señal de que la vida no puede ser solo esto. No estoy diciendo que quiero que existan todas esas cosas, o que de pronto quiero ser la princesa de un mundo de hadas que no era visible para los humanos. No. Solo quiero ver una magia real. Quiero que los momentos que viva, sean mágicos, que me llenen de vida, que me hagan feliz.
Llevaba toda la vida queriendo tener los dulces 16, y ahora se me escapan, y no han sido para nada dulces. Ha sido el peor año que recuerdo. ¿Se supone que es cuando conoces a tu chico ideal? Bueno, a mi me han roto el corazón. ¿Se supone que es cuando tienes aventuras y haces locuras? Yo solo he tenido un libro que estudiar frente a mí. ¿Se supone que es cuando das ese cambio deslumbrante y te conviertes en alguien genial? Bueno, yo sigo siendo...eso, solo yo.
No me quejo, porque sé que tengo una buena vida, que puedo tener muchísimas cosas que hay gente que mataría por ellas. Pero sigo sintiéndome completamente vacía.
Voy a cumplir 17 años, y lo único en lo que puedo pensar es en no deslizar una cuchilla porque me lo prometí a mi misma, en no volver a caer y tirar comida, en no equivocarme más. ¿Es así como se supone que me debo sentir? Porque sinceramente si así es como me voy a sentir, uno y otro año más, prefiero dejar de cumplir.
No estoy deprimida, es más, estoy más feliz de lo que estado en mucho tiempo. Pero cuando llega mi cumpleaños siempre me siento así, vacía. Porque me pregunto, si todo esto merece la pena.

sábado, 26 de julio de 2014

Se suponía que iba a ser un día normal, simplemente salir, disfrutar un poco del sol y el calor, nada fuera de lo normal. Pero te me acercaste mi querido chico de ojos verdes. Hoy, hace un año ya, que entraste en mi vida como si de un huracán se tratara. Me dejaste ansiosa de verte de nuevo, carcomiéndome con cada palabra que me dedicabas.
Hoy, hace un año, que publiqué mi primera entrada sobre ti. Mi querido chico de ojos verdes, has dejado de ser tan querido, para convertirte en adorado, y más tarde en odiado.
Transformaste mi vida en unos meses, que digo, en pocas semanas. Me hiciste sentir más de lo que jamás haya podido sentir, y luego, me dejaste temblando sin tu presencia en mí.
Ya te dije que me gustaría dedicarte este blog a ti, y no sé, simplemente es de madrugada y no puedo dormir, y me apetece escribir, quien mejor que a ti, aunque no importa que no leas esto, ni siquiera trata sobre ti.
Es tiempo de cerrar, me digo a mi misma. Merece la pena luchar, más si tengo gente a mi alrededor que me hace sentir feliz. Pero me cuesta. A veces siento que solo soy una actriz más en mi propia película. Me gustaría sentir, que no estoy fingiendo cuando me río. Resulta tan sencillo y a la vez tan difícil dejarse llevar...No sé que debo esperar, que me va a deparar todo. Lo cierto es que me da miedo que me hagan daño, y ni siquiera se cómo evitar salir herida. Así que intento cerrarme. Y me cierro lo más profundamente que puedo para que nadie pueda ver mis debilidades, pero joder, me siento débil contigo. Me conoces tan bien, hasta el más mínimo detalle de mí, que me da miedo que si me río,veas que no es verdad.

jueves, 24 de julio de 2014

Stars

Sé que esto no es duradero, se que simplemente estoy cerrando los ojos, tragando saliva, y disfrutándolo.
La...¿felicidad?es tan fugaz que no merece la pena plantearse si de verdad es eso lo que estás sintiendo.
Quizá no estoy siendo justa alejando a propósito a gente de mi lado, pero me apetece estar sola. Necesitaba estar sola. Porque por fin he aclarado muchas cosas.
Sé que lo que me ocurre nunca se puede superar, simplemente te acostumbras a vivir con ello. Y eso es lo que estoy aprendiendo a hacer. A convivir con lo que me ha tocado.
No quiero demostrar nada a nadie más que a mi misma. Las cosas han cambiado. Ya no soy ni esa persona que se desbordaba con todo lo que sucedía, ni esa persona que fingía ser fría cuando solo se estaba rompiendo por dentro.
He aprendido dejar las cosas estar. No puedo pretender ser alguien que no soy. No puedo pretender fingir cosas que no siento, o al contrario, olvidar sentimientos que siguen persiguiéndome por cada rincón.

Los momentos pasan, son estrellas fugaces, estrellas cayendo desde el cielo. Los amores acaban, las amistades se tuercen, los sentimientos se apagan. Y no importa. Porque en una lluvia de estrellas, hay más de cien estrellas que caen.

viernes, 4 de julio de 2014

Begin again

Apenas escribo porque no tengo nada que decir, o porque tengo que pensar en demasiadas cosas y escribirlas solo hace que se acumulen aún más.
Dos semanas y ocho libros después aquí estoy de nuevo. ¿El motivo? Un libro, nada impresionante, pero que me ha hecho pensar. Decía que el pasado, es eso, pasado. Y que en el presente estás tú y tus recuerdos.
Eso me ha hecho darme cuenta de que todos mis problemas ocurrieron en el pasado, y que ahora solo tengo la huella que me dejaron. Una huella que solo yo puedo borrar. Me he dado cuenta de que en contra de lo que pensaba, no paso página no porque toda la gente que me ha dañado siga aquí, sino porque no me he perdonado a mi misma. Debí haberme dado cuenta de que me iban a hacer sufrir antes, pero no lo hice. Y ahora lo veo todo más claro: nunca podría haberme dado cuenta, porque de eso se trata confiar.
Sí, hay cartas que nunca debí haber leído. Hay amigos que se portaron mal, pero tampoco yo fui una amiga ejemplar muchas veces. Sí, quizá él fue duro conmigo, pero mi respuesta a su carta fue peor. Sí, quizá me insultaron. Sí, quizá estuve con quien no debía. Pero la vida es eso. Un error tras otro error.
Ellos me enseñaron a avergonzarme de mi misma, yo les enseñaré a admirarme. No soy perfecta, nunca lo he sido y jamás lo seré. La diferencia es que yo ya lo tengo asumido y no aspiro a algo que se que es imposible. No me gusto, ¿bueno y qué? Espero que algún día llegue alguien que me quiera por como soy, y aunque yo no sea perfecta para mi misma, espero serlo para todos los demás. Esto no se trata de mi, se trata de los demás. Y lo he olvidado todo este tiempo, había olvidado que la vida no se vive en soledad.
Hablando con alguien especial para mí sobre cicatrices, me ha dicho que le gustaban las suyas porque le recordaban momentos, porque tenían una historia. Me he avergonzado todo este tiempo de las cicatrices de mi brazo, pensando en el que dirán. Y por primera vez me he dado cuenta de que en realidad, no me importa. Porque esas cicatrices me recuerdan el momento en que intenté ponerle fin a todo esto, y me recuerdan el miedo que sentí cuando me di cuenta de que en realidad amaba estar viva. Esas cicatrices me han recordado cada día de esta jodida vida, que creía que quería morir, pero en realidad solo quería ser salvada, y VIVIR. 
Me he dejado el alma intentando ser alguien mejor, alguien que fuera perfecta para todos y en todo momento. Y creo que ha llegado el momento de pararme y descansar. Y sencillamente mirar en quien me he convertido.
No tengo que demostrarle nada a nadie. No tengo que recordar nada si yo no quiero. Los recuerdos son tan importantes como tú quieres que sean. No puedo seguir culpando o culpándome. No puedo seguir escuchando sus insultos como si aún siguieran aquí, o seguir recordándolo a él. Porque en realidad ni ellos, ni ella, ni él, me importan ya. Creía que sí, pero solo los recordad porque era una forma de dañarme a mi misma.
Siento la parrafada, siento las entradas tan personales, pero en realidad creé este blog precisamente para esto, para encontrar THE REASONS OF THE LIFE.
Bueno creo que haber querido morirme, haber luchado contra todos los fantasmas del pasado o haber sufrido por quien no lo merecía, y seguir viva, con más ganas que nunca de vivir, es una buena razón.

lunes, 16 de junio de 2014

No dejan de decirme, esto es lo mejor. Olvidarás, y dejará de doler. Y es gracioso, porque ni deja de doler, ni puedo olvidar. Solo se queda un terrible agujero negro en medio de mi cuerpo, que poco a poco lo va absorbiendo todo. ¿Cómo se supone que debo de sentirme? No puedo siquiera tumbarme en la cama sin ahogarme con mis propios sollozos de desesperación. Miro a mi alrededor, y todo parece sin vida, como si no hubiera nada por lo que alegrarse, nada por lo que mereciera la pena empezar a vivir.
No puedo huir de todo esto. Pero me presiona. No puedo respirar, no puedo con toda esta presión. Todo el mundo espera que sea alguien que no soy, alguien que consiga todo lo que yo no puedo conseguir.
Esperan que sea la mejor en todo. Que mis notas sean las mejores, que me convierta en alguien con una carrera increíble, digna de mencionar. Quieren que sea suficientemente buena, ser un ejemplo para los demás. No me permiten fallar. Miento. Yo soy la que no se permite fallar a nadie.
Yo misma me presiono. Yo misma me ahogo. Puedo convivir con todos, menos conmigo misma.
No puedo olvidar nada. No puedo olvidarla a ella, con sus palabras. No puedo olvidarlos a todos, con sus acusaciones. No puedo olvidarle a él.
No sé que hacer. No sé a quien acudir. Me he quedado sin rumbo. Sin saber hacia donde girar, hacia donde dirigir mi vida, porque nunca he tenido un objetivo exacto. Solo sobrevivir. Y por ahora, no lo estoy haciendo muy bien.

jueves, 12 de junio de 2014

Dear love, it's me. Again.

Lo más difícil es dejar ir. Borrar cada recuerdo, cada caricia como si nunca hubiera rozado tu piel, cada sonrisa, cada lágrima. Hacer que nada ocurrió, o que solo ocurrió en la vida pasada de alguien que ya se te antoja como desconocido. Perdóname si hago esto tantas veces sin lograr apenas nada, pero para mí, fue real. Siempre he olvidado tan rápido...siempre ha dejado de doler tan rápido, como un simple momento fugaz. Pero esto no se va. Se queda en mi garganta, esperando que grite por ello, que grite por ti. Se queda en mis lágrimas, y les impido salir. Porque te lo llevaste absolutamente todo. Me dejaste gritando silenciosamente a mis propias lágrimas. 
Sé que estuvo mal, que no me hizo ningún bien, que estoy mejor así. Nunca quise que acabara ese momento, nunca quise ver la realidad. Aceptamos el amor que creemos merecer. No hay nada más cierto que eso. Y yo lo acepté, lo sigo aceptando.
La única diferencia, es que no deja de doler. No ha dejado de doler ni un solo momento desde que te fuiste como si yo no fuera nada. Y ahora soy yo la que no puede recibirte.
No debería escribirte. No debería dedicar cada una de estas entradas, solo a ti. Pero siempre has sido tú. Solo tú. Puedo hacer que existen otras cosas. Pero a la hora de la verdad, sentada frente a esta pantalla, solo puedo escribir sobre mi inspiración. Sobre lo que sobrepasa a mi razón y ahoga mi alma. Y eso, eres tú.
No puedo olvidarte. Nunca lo haré. No puedo perdonarte y hacer que no ocurrió nada. Porque sí ocurrió. me cambiaste. Hiciste de mi vida un huracán, que sigue dando vueltas. 
Estaba en un precipicio. Creí que eras mi ángel. Me aferré a ti como jamás me he aferrado a nadie. Te quise hasta desgastarme, hasta asegurarme de que no podía poner más sentimiento en cada beso o en cada palabra. Te creí y te di la mano. Y tu tan solo me empujaste.
Y sin embargo, mírame. Patética en esta repetición de momentos. Queriéndome alejar de lo que me causa tanto dolor, pero sin soltar aún tu mano. 

domingo, 8 de junio de 2014

death

Debería dejar de sentir, debería decidir, y acostumbrarme a aceptar esa decisión. Debería afrontar las cosas como son. La vida pasa, la gente cambia, las amistades se traicionan, el amor se acaba. Pero simplemente no puedo. Llamadme soñadora, si queréis, pero no puedo afrontar nada de esto. Nunca he podido, nunca he sido capaz de vivir, y ser feliz. He usado libros para huir, y ahora hago exactamente lo mismo. Son mi vida. Pero mi vida es irreal, porque cuando mantengo mi mente aquí, solo puedo lamentarme de que esto sea así. De que yo sea así.
Se acerca el verano, y para mí es una sensación horrible. Porque desde que era pequeña, me prometía a mi misma que tenía que cambiar, para volver al curso siguiente diferente. Lo único que ha cambiado entre esa niña, y yo, es que yo quiero hacer ese cambio ahora constantemente. No puedo evitarlo, no puedo hacer como dice la gente, y dejarlo ir.
Tengo miedo. ¿Es que nadie puede verlo? Tengo miedo de mi misma, de perderme aún cuando nunca me he encontrado. Pero por encima de todo, tengo miedo de morirme y pensar que no he sido feliz. Dicen que hay que aceptarse, pero si no me cambio no soy feliz, y si lo hago, me fallo a mi misma. Quiero ser tantas cosas...y sin embargo no soy ninguna de ellas. Me siento vacía, un sin sentido aquí. No sé que hacer, no sé a quien aferrarme.
No quiero que el tiempo siga corriendo. No quiero que llegue otro verano más, donde me deprimo cada día más. No quiero acabar el instituto, ir a la universidad y tener toda la vida pensada. Porque en realidad la única vida pensada que yo tengo, es la de como y cuando morir. Solo imagino esa escena, nunca todo lo que habré vivido para llegar a ella.

sábado, 7 de junio de 2014

Stay Strong

Me gustaría escribir todo lo que siento, pero no puedo. Podría excusarme, decir que no he tenido tiempo para meterme aquí y escribir, aunque fuera, una entrada. ¿La verdad? La verdad es que estaba huyendo. Entrar aquí significa escribir y enfrentar las cosas. Enfrentarme a mí. Y lo único que llevo haciendo estos meses, es huir de mi misma. No pretendo fingir ser alguien que no soy. Siempre he odiado esas cosas. Pero estoy fingiendo algo que no siento, y por eso no quiero entrar aquí, al que es mi diario, mi único lugar sincero. Porque ¿cómo se supone que te sinceras cuando te quieres mentir a ti mismo? Es irónico, la vida es irónica, una película de humor negro con un punto de sarcasmo. Y se está riendo de mí.
"Puedo escribir los versos más tristes esta noche..." Cierto, puedo. Pero no quiero. Me he esforzado todo este tiempo, en crear una barrera fría y cortante. En desplazar cada sentimiento, en mojar cada herida con alcohol y disfrutarlo, en vez de quejarme del dolor. Me he esforzado en construir una barrera que no le permita a nadie volver a entrar en mí, volver a tener mi confianza. Y sí, puede parecer estúpido, porque esa barrera de hielo, también se puede derretir. Pero me mantiene segura, me hace tener algo que no tenía antes. Confianza en mi misma. Creer en mi misma. No puedo dejar que la gente me destruya. No puedo verle, recibir un mensaje suyo, y sentirme como me siento. Como si todo mi cuerpo temblara mientras le contesto, como si mi corazón no pudiera bombear más rápido mientras finjo que no le miro cuando en realidad no despego mi vista de él ni un solo momento. No voy a volver a sentirme débil ante nadie. No volveré a confiar en alguien de ese modo. Ya lo he hecho antes, a otra gente, y siempre me han fallado. Cuanto más me abro, más dolor. Y puedo decir, que estoy harta del dolor. Me dijeron, no hagas esto. Pero lo voy a hacer. Voy a reprimir todo sentimiento, todo signo de debilidad. No seré utilizada ni una sola vez más. Iré un paso por delante. Porque si me vuelven a herir, volveré a caer, y ya estoy cansada de que me traten como a una muñeca basura que no sirve nada. Puede que yo no sea nadie, pero esto es una promesa. Una promesa de que ya no seré nunca más la débil, la ingenua.
Todo el mundo sufre por amor, por amistad, por sí mismo. Todo el mundo se odia a sí mismo a veces. Sí, lo sé. Pero esto es una promesa conmigo misma. Una promesa de que ya no esperaré a nadie solo con una sonrisa, tendré un puñal preparado en mi mano.

jueves, 29 de mayo de 2014

Llevo tiempo sin escribir, porque no tengo sobre que escribir. O quizá es solo que no sé explicarlo. La última vez que me sentí así, le escribí una carta a una persona que hizo que todo a mi alrededor se derrumbara. Menos mal que nadie puede leerme ahora.
He cerrado esa puerta, si es que cinco meses de tu vida se pueden quedar encerrados en una habitación, claro. Hice lo que tenía que hacer. Dije lo que tenía que decir, lo justo y necesario para pasar página sin sentirme culpable.
No sé que voy buscando. No creo siquiera que en el caso de que lo encuentre, sepa que era eso lo que andaba buscando. Solo se que quiero todo y nada a la vez. Que a veces tengo tantas ganas de vivir que desbordo energía, y otras tantas ganas de morir que deslizaría la cuchilla sin mirar atrás.
Hay tantas contradicciones en una misma vida, en una misma mente, que no sé que camino tomar, si es que debo tomar alguno. No sé a quien escuchar, a quien decir adiós y a quien saludar.
Porque la verdad es que tengo miedo. Lo cierto es que mi vida se ha vuelto una coraza de dureza y falsedad. Y ni siquiera sé yo misma que sentir, porque me he obligado a fingir, y siempre se me dio muy bien ser actriz.

martes, 13 de mayo de 2014

Los libros

Es cierto que es su magia, su viejo olor que te embarga y quizá ese tacto rugoso en tu palma. La forma en que te sumerge entre un mar confuso y original entre líneas de una simple tinta impresa en un simple papel. Una obra de arte que te transporta de uno a otro lugar con tan solo acariciar sus palabras con tu mente.
Tu salvavidas para los problemas sin salida, tu adrenalina cuando necesitas un sueño que seguir, tu huida.
Lo que mejor te conoce sin mediar palabra, sin escuchar una voz, sin escuchar tu historia o tu vida, solo te recibe, y tú a él. No importa época, autor, tamaño. Es tan solo un susurro en una noche oscura en la que no puedes dormir, un alivio en el que no necesitas pensar, un solo clic que te transporta a cualquier lugar, a temporal, existente entre sus espacios y tus miradas.
Te da el alma que necesitas para respirar, un ápice de esperanza en una vida demasiado real.

**espero que os haya gustado. Tenía muchas ganas de hacer una entrada sobre algo que me llena tanto y a lo que dedico tantísimo tiempo, y bueno, este es el resultado. Espero que os guste.**

entrada informativa

Siento haber abandonado estas dos semanas este blog un poco (bastante) pero no podéis imaginaros el estrés de los exámenes. Además he estado centrada en hacer varios arreglos a mi nuevo blog sobre reseñas de libros: perdidaentrepalabrass.blogspot.com y no he tenido tiempo de pasar todas las entradas que tenía escritas.
Si puedo esta noche pasaré todas las que tengo, y si no las iré subiendo poco a poco a lo largo de la semana. Ahora que ya está bien decorado y diseñado el otro blog ya puedo volver a este :)
Gracias por leerme, me animáis mucho a seguir escribiendo.

Wait

Son palabras del pasado con significado en el presente. Son todas las espinas que ya tenía clavadas que terminaron desangrándome. Y creía, estúpida insolente, que podía olvidar. Que podía olvidarle, a él y a todas sus palabras hirientes. Todos tenemos nuestra pequeña parte suicida ¿no? La mía es releerlo una y otra vez, clavándome sus palabras como si de estacas se tratara. Creí que el pasado, tarde o temprano dejaría de importar, que se olvidaría y difuminaría todo lo que fue.
¿Quién dijo que a pesar de que no haya sentimiento las palabras duelen igual? No sé, pero es así.
Quizá borré cada recuerdo, cada detalle, cada sentimiento demasiado rápido. Quizá me hice creer a mí misma que lo había olvidado. Y quizá se olvida el sentimiento, pero no la herida. ¿Cómo pasar una página? Eso es estúpido, no se pasa página, se arranca.
Pero al arrancarla, se han quedado virutas, virutas con esas últimas palabras grabadas que amenazan con permanecer en mi libro por siempre. No es tanto el dolor, es más la incertidumbre. ¿Lo merecía? ¿Cómo debe reaccionar alguien cuando alguien a quien querías te dice algo así, sabiendo que te va a hundir?
Sé que era un falso, que era un mentiroso, que me hirió y no le importó. Sé que todo sentimiento está ya desterrado. Quizá es que esperaba una disculpa. Aunque alguien que te dice eso, no espera disculparse. Una disculpa implica sentirlo, y él claramente, no lo sentía.
¿Entonces, por qué sigue aquí en mi mente?¿Por qué no envió directamente esa conversación a la basura? Ah, cierto. Segunda vez que me lo hacían.
Así que solo lo he cogido y he aprendido a vivir con ello. Porque sí, posiblemente nunca olvide eso, pero es lo único que puedo hacer si quiero sobrevivir en este mundo de locos en el que ni la esperanza cree en el amor. Llegado el momento todo serán anécdotas, historias que me habrán llevado a una vida mejor.
Solo me queda esperar.

sábado, 3 de mayo de 2014

This is me...

Llevo un tiempo recibiendo algunos correos de vosotras diciendo que haga una entrada describiéndome a mi misma. Es una especie de moda que se ha instaurado en los blogs. Cada miembro debe hacer una descripción sincera de sí mismo. Os animo a hacerlo. Aquí está la mía.

Por mi blog ya sabéis que mis dos amores son la lectura y la escritura. Lo han sido desde pequeña, y puedo decir que ahí encontraréis siempre a la verdadera yo. Son mi forma de evasión de este mundo que jamás me ha gustado o siquiera llenado.
Soy depresiva, sí, mucho. Porque tengo la maldita costumbre de sentirlo todo. Incluso los problemas que no son míos. Incluso lo más insignificante posible. Y eso me hace constante e irremediablemente infeliz.
Perdono. Al instante de haberme enfadado, incluso aunque me hayas destrozado, siempre tienes mi perdón. He sido usada por eso, porque no soy capaz de imponerme, porque me dejo manejar y creo en la bondad de la gente. Y eso, es un error. Pero cuando se habla de mí solo se puede hablar de un completo y maldito error.
No olvido. Lo almaceno todo en el fondo de mi mente, sobretodo lo malo, y lo saco una y otra vez para recordarme todo lo malo y horroroso que hay en mí. Soy una especie de granada, si te acercas durante mucho tiempo a mí, te explotaré finalmente con mi tristeza.
No tengo falta de autoestima. No creo en esas cosas, solo creo que lo veo todo como es. Real.
Me odio a mi misma. Siempre ha sido así y nadie lo va a cambiar. Pero lo que más odio sobre todas las cosas es fallar a la gente. No ser suficiente. Ser tan sencilla de olvidar para todo el mundo. Dejar de importar con estar alejada unos días. Me han abandonado tantas veces que quien se queda, solo me sorprende.
¿Queríais sinceridad? Siempre he creído que mi misión en la vida es salvar a la gente. Y no de forma literal. Solo ayudarlos a no caerse en un abismo de tristeza. Solo a ser felices.
Soy la persona más contradictoria que pueda existir. Me gusta llamar la atención, pero a la vez, odio que se fijen en mí. Siempre han criticado mi forma de ser, mi forma de vestir, mi forma de hablar, todo. Y eso solo me ha hecho encerrarme en mí misma y no mostrarme cómo soy en realidad. Me gusta estar encerrada en mi pequeño y propio mundo interno. Ahí al menos sé que la única que me va a dañar, soy yo.
Soy demasiado amiga de mis amigos. Me gusta la amistad sincera y verdadera. En cuanto al amor, no sabría qué deciros. Me la han jugado. Han jugado conmigo. Muchas veces. Y yo sigo cayendo como la misma imbécil.
Nunca, NUNCA, he sido suficiente para nadie. Eso es lo único real en mí, que en realidad, por mucho que me esfuerce, nunca seré nada para nadie, y eso me permite ser al menos lo suficiente para mí.

lunes, 28 de abril de 2014

I´m sorry mom...

Creí que quizá siendo dura empezarías a entenderme. Me volví todo lo que dijiste que era. Fría y cruel. Quizá llevabas razón después de todo. Pero sigue doliendo como una gran estaca clavada en el corazón cuando te observo, y no sé lo que debo sentir. ¿Odio, amor? Dios, es tan triste estar tan dividida por ti. Es tan triste haberlo estado siempre.
Me gustaría dejar de culparte, porque ni siquiera sé si mereces esa culpa. Yo solo lo intenté, y fallé. Y por lo que se ve, te fallé a ti. Y nunca he sabido arreglarlo. Nunca he sabido como llegar hasta ti, o tú nunca has intentado llegar hasta mi.

miércoles, 23 de abril de 2014

Don solitario...

Este es mi único modo de llegar a ti. Es mi única forma de hacerme notar y que escuches lo que digo. No puedo hacer que cambies de idea, o de forma de pensar, o cómo te sientas. Yo sé muy bien que eso no se va a ir.
Es solo que mientras leía eso, he recordado una carta que le escribí a una profesora y su respuesta. Le dije: " me odio a mi misma porque me creo con derecho a ser importante". Y bueno, cuando he visto todo lo que escribías, y has dicho algo muy semejante, me he sentido obligada a decirte su respuesta. "Por desgracia para ti, siempre vas a ser importante, y por desgracia para ti, siempre va a haber alguien, que aunque tú no te importes a ti mismo, te cuidará como mereces". 
Sí, lo que has escrito es precioso. Realmente bello. Porque es lo más sentido que he leído en mucho tiempo. Era tan real que lo he sentido yo misma. Y sí, es precioso porque solo me ha dejado ver una vez más, lo equivocado que estás, pero lo increíble que eres. Eres increíble, porque tienes un gran corazón, porque hay poca gente, que pondría a todo el mundo antes que a sí mismo. Que tengas esa capacidad de darte a los demás sin esperar que respondan por ti es algo que me maravilla. Y aunque sé que seguramente no lo harás, intenta pensar en ti. Porque aquí es donde estás equivocado. Te mereces importarle a todo el mundo. Te mereces que te cuiden, te añoren, te quieran. Te mereces todo lo que te pueda hacer feliz, porque no haces mal a nadie sino a ti mismo. "No te niegues la belleza de ti mismo, el mundo se mantiene por gente como tú". Creo que también es acertado ponerte esa frase, porque no he conocido a nadie que se la merezca más. Sí, sé que piensas que estoy equivocada. ¿Y sabes qué? No me importa estarlo. Porque tú dices que no mereces importarle a nadie. Pero soy yo, y es otra gente, la que puede decidir si quiere que le importes o no. Y yo he decidido que es una de las mejores formas de invertir mi tiempo y mi cariño. Y no me importa si no te he visto, no me importa si en un tiempo dejamos de hablar, si no vuelvo a saber de ti. Porque al menos sé que me he preocupado por alguien que de verdad merecía que me preocupara.
Sé que te sientes solo. Yo también. Y no se acaba. Y posiblemente nunca acabará. Porque venimos solos a este mundo y así es como nos vamos. Pero podemos intentar acallar esa soledad con la gente. Podemos ser felices si logramos estar con quienes queremos, haciendo lo que queremos. 
Sé que quizá no te sirva de nada, pero es un desperdicio que alguien así como tú, esté triste. Solo eres una gran persona a quien le han pasado cosas malas. 
No me queda nada más que decir, solo que si alguna vez te sientes mal, deprimido, solo, no me importa qué sentimiento sea, ven a mí. Y ten por seguro que intentaré llevarte a un mundo en el que todo te parezca más bello, intentaré alejarte de tu realidad, y a aceptarla sin dolor.


viernes, 18 de abril de 2014

Es tan frustrante esforzarte tanto y tan fuerte para que luego te vuelvas a hundir tan rápido, de un plumazo. Simplemente estás feliz y al momento, ya no lo estás.
Creí que podía. Lo he estado intentando. Me he esforzado como nunca antes. Y sencillamente, me he dado cuenta de que no puedo. De que todo esto solo es una actuación para mí misma.
Me estado esforzando, y solo he ido notando como lo único que hacía era apilar los malos sentimientos en el fondo de mi mente, diciendo, no importa, pasará. Pero no pasa. Están ahí, y vienen una y otra vez a mí. Y no puedo huir de ellos. No puedo huir de mí.

lunes, 14 de abril de 2014

Un favor please :)

Buenas!!!! Veréis me encanta leer, y he pensado que estaría genial crearme un blog dedicado a reseñas de los libros que me voy leyendo y me van gustando. Así que me haríais un enorme favor si os pasarais y me siguierais. Muchísimas gracias!!!!!

Dirección del blog:
http://perdidaentrepalabrass.blogspot.com.es/

domingo, 13 de abril de 2014

Afraid of myself

"No fue fácil, pero lo logré". Algún día espero poder decirlo. Algún día espero mirarme, y sonreír ante el espejo y su reflejo. Espero haber superado todo esto.
Últimamente solo pienso en cómo seré en un futuro. En la carrera que estudiaré, en cómo seré como persona, de físico incluso, dónde viviré, que personas me importarán...
Y luego, me quedo mirando esa cuchilla que apoyo sobre mi piel, y la retiro lentamente. Y lloro. Lloro porque me pregunto si estaré ahí para verlo o me habré rendido en el camino.
Hay días, en los que tengo ganas de luchar, pero hay otros días, en los que la soledad es tan evidente, en la que esa angustia vital es tan grande, que no puedo ni respirar. Y son esos días, cuando sé que soy capaz de deslizar esa cuchilla y darle fin a todo esto de una vez. Y me da miedo. Me da mucho miedo.

viernes, 11 de abril de 2014

Llega un momento, en el que te das cuenta de que hay algo mal en tu vida, y que eso, eres exactamente tú. Y una vez que lo admites, ya das el primer paso. No necesitas un psicólogo que te ayude a superarlo, aunque puede ayudar. Solo necesitas querer luchar, querer salir de ahí.
Ayer, después de leer esos mensajes tan crueles, me encerré en mi cuarto y lloré durante horas. Una tras otra, sin parar, sin preocuparme de nada excepto de expulsarlo todo. Y lloré haciendo exactamente eso, expulsando todo el dolor que llevaba tanto guardando. Nunca me he planteado tan seriamente la idea de morir y a la vez de vivir, más que en ese momento.
Pero hoy, me he levantado, y simplemente lo he sabido. He sabido que algo me cambió ayer. Y que quizá fueron esos mensajes, o quizá fui yo. Sea como fuere al levantarme, estaba feliz. No es que fuera feliz, es que quería serlo. Quería dejar de escuchar decir a la gente que la he decepcionado, cuando no hago más que decepcionarme a mí. Me he dado cuenta, de que desde hace seis meses, he ido tomando malas decisiones, una tras otra. Y quizá aquella no fuera la peor, pero sí la que lo desencadenó todo. Así que, me he sentado, y lo he borrado todo. He borrado cada foto, cada retazo de su presencia en mi existencia. No quiero olvidarle, quiero vivir con ello, quiero que me sirva de experiencia. Porque he aprendido a no dejarme llevar por quien no lo merece, y esa es una lección importante. Y mientras eliminaba cada recuerdo, solo podía sonreír, y me sentí realmente bien. Con nostalgia quizá, pero la nostalgia del que sabe lo que ha perdido aunque no lo quiere recuperar. Y he comprendido, que aunque no está olvidado, está superado. Es como si la pesadilla por fin hubiera acabado. He dejado de sentir al respecto. Ni odio, ni amor, ni nada. Y es así como las cosas se superan, cuando ya no te producen ningún sentimiento.
He salido del instituto, sola, y he ido a comprarme una cosa de chocolate. Puede parecer una estupidez, pero para quien tenga mi problema, sabrá que eso es como encerrar a un claustrofóbico en un armario. Y por primera vez, me he sentido bien. Y he entendido, que aunque me costará mucho salir de aquí, hoy, he dado un paso muy grande en todo. He decidido que no quiero seguir siendo esta persona que decepciona y no es feliz. He decidido que quiero luchar y ser feliz.

martes, 8 de abril de 2014

Lost

Intento creer que llegado el momento, este vacío que siento se irá como por arte de magia.
Se nos da la oportunidad de soñar desde el primer momento en el que abres los ojos y ves que todo a tu alrededor no es ni mucho menos como tu esperabas. Y pasas cada momento, imaginando millones de posibilidades, pequeños sueños que te crean una vida perfecta mental. Y esa vida, marca tu realidad.
Tantos sueños para tan poco tiempo, tanto tiempo para tan poca esperanza.
¿Qué más da todo lo que pueda soñar? El mundo es de los soñadores, eso dicen, ¿pero acaso es verdad? El soñador, se levanta cada mañana con la esperanza de ver que sus sueños se han cumplido, pero se acuesta sin lograr nada.
Esperanza. La esperanza también se acaba. Sí que se pierde. Y me pregunto, que debo esperar cuando llegado el momento, se me termine la esperanza de que algún día todo mejorará. Nunca llegará el momento en el que salga de aquí, nunca va a cambiar esta estúpida realidad que tengo por vida, y la certeza de esto, me derrumba por dentro. La certeza de esto hace que me niegue la posibilidad de ver brillar un sol que hace mucho que se oscureció para mí.

sábado, 5 de abril de 2014

Stop crying your heart out -oasis

Buenas chic@s, aquí os dejo una canción que me encanta y que espero que os guste a vosotros también. Es la banda sonora de una película "el efecto mariposa". un saludo a todos!!!
No pido tanto ¿verdad? Solo quiero encontrar alguien por quien merezca la pena luchar. Alguien que me quiera, no que me utilice. Quiero ser importante para alguien, en vez de sentir como siempre me he sentido hasta ahora, la última cosa en la que alguien pensaría.
Me he cansado de esperar, de buscar. He soñado tantas veces y he caído otras tantas más, que no tengo fuerzas para levantarme y pensar si hay alguien más ahí fuera esperando ser encontrado.
Levántate, me digo a mi misma. Sigue adelante. Pasa página. Pero resulta difícil. Porque cada palabra que me dijiste, sigue ahí guardada, porque todas las fotos, todos los recuerdos, siguen palpitando, vivos. No quiero pasar página, quiero hacer como si nunca hubiera ocurrido. Pero no puedo, no puedo. Sigo sintiendo ese vacío tan grande, que nadie consigue llenar. Y podría decir que ya no pienso, pero nunca dejo de hacerlo.
Me imagino que será de ti. Si serás tan feliz como querías ser. Si ella ya ha empezado a ser algo para ti. No sé, imagino en quien piensas mientras la besas, y ya no hace falta que me lo digas, porque sé, que no soy yo. Y no me duele, sorprendentemente no me duele, solo se queda ahí, flotando en el ambiente. Recordándome lo que perdí, por no ser suficiente. Recordándome lo que perdí, o lo que nunca debí haber encontrado. Y solo maldigo al destino, por cambiar mis planes así. Por hacer de esos meses un cielo en un infierno, un infierno de mi cielo.

Not enough

Buscas algo que no existe, me dijo. Eres demasiado exigente contigo misma y buscas algo que crees que puedes encontrar en ti misma sin darte cuenta de que no puedes hallarlo en ningún lugar. 
La perfección, me hablaba de la perfección.
Hay un eco constante en la sala, una sombra que me persigue constantemente. 
Supongo que cuando te sientas ahí, y te das cuenta de dónde estás, te planteas la insistente y preocupante pregunta de ¿cómo he llegado hasta aquí? Y quieres retroceder, quieres volver al momento en el que todo comenzó, pero no puedes recordarlo. ¿Por qué? Porque seguramente, siempre fue así, solo que nunca se había manifestado. Y sin embargo, me gustaría volver atrás, aún sabiendo que no puedo arreglar cómo me siento, si podría arreglar cómo actué. Hay tantas cosas que no haría. 
Retrocedería al primer momento en que me miraron y me insultaron. Cogería cada palabra, y la desecharía en vez de mantenerla en mi mente, en vez de quedarme quieta ahí, dejándoles hacer lo que quisieran.
Escucharía tus quejas, y te pondría una sonrisa autosuficiente, de esas que te hielan el alma, y te diría, que siento no ser tu hija perfecta, pero que me he cansado de ser la diana de tus quejas. 
No escucharía tantas cosas...ni leería otras tantas....ni escribiría algunas de ellas. No sé. Todo habría sido distinto. Sí, quizá no sería como todos quieren, pero ¿acaso soy ahora lo que quieren? No cumplo las expectativas de nadie, no soy suficiente para nadie, nunca lo he sido y nunca lo seré. Porque alguien así, no puede ser más que una historia con final en la vida de alguien. 

domingo, 30 de marzo de 2014

Me levanto, y lo único que hago es repetirme una y otra vez el asco que doy. Hay un eco profundo rebotando en mi mente una y otra vez, insultándome, diciéndome lo asquerosa que soy, diciéndome "chica, deberías morir", y es triste. Porque no puedo hacerlo desaparecer, porque digo que sí una y otra vez pero esos gritos se oyen cada vez más fuertes. Te levantas cada mañana, esperando que algo cambie, pero nada cambia, es más, todo va cada vez peor. Cada vez que abres los ojos, alguien te clava una puñalada trapera, alguien te dice lo poco que le importas, alguien te abandona.
Y estoy cansada. Estoy cansada de intentar creer que será un día nuevo, un día bueno, y solo resulta ser peor que el anterior. ¿Por qué me tiene que pasar esto a mí?
Sé que hay gente que tiene un horror de vida. Lo sé, y esto solo me hace sentirme más egoísta. Pero no hace que el dolor se vaya, no hace que todo desaparezca.
¿Sabéis esa sensación de querer desaparecer? Pues yo la tengo a cada momento, cada vez más, rondando mi mente sin parar. Quiero cerrar los ojos y dormir por miles de años, y cuando despierte, quiero que todo haya desaparecido, quiero que yo, simplemente, no sea yo.

sábado, 22 de marzo de 2014

Me enamoré de ella, a primera vista. Me enamoré de su delicadeza, de su forma de deslizarse, de atraerme de una forma casi magnética. Ni siquiera recuerdo el primer contacto con ella, fue hace tanto...pero, en algún lugar, debieron saltar chispas, porque me cambió la vida. Porque será siempre mi primer y único amor, el único que no podré olvidar por tiempo que pase. Perdura a mi lado, me comprende, me acompaña cuando nadie más lo hace, me deja llorar, paciente, sabiendo que en algún momento dejaré de hacerlo, y cuando más feliz estoy, ella puede entenderlo. No importa cómo, pero lo entiende, y me deja entenderlo a mi misma.
Hace tiempo intenté alejarme, quizá no era bueno pasar tanto tiempo juntas, te puede llevar a la locura. Pero comprendí, que una no existe sin la otra, y que no podía permitirme morir de esa forma, lenta y dolorosa. 
Tanta gente enamorada de una misma cosa, ¿debe ser debido a algo, no? Debe esconder una belleza que nada más alberga, una comprensión más allá de la humana. Algo, que me hace buscarla una y otra vez, porque aquí no existe el orgullo, ni el arrepentimiento, porque si sufro, lo borro, porque si río, lo pongo.
Sí, me enamoré de la escritura desde el primer día en que me enseñaron a coger un lápiz, y deslizarlo sobre un liso papel. Y desde entonces, no he podido dejar de hacerlo, ni nunca dejaré de hacerlo. Porque me ha enseñado a ver la vida a través de ella, porque siempre me he sentido resguardada en ella. 
Si me pierdo, sé que escribiendo, volveré a encontrarme.


**bueno esta es una entrada un poco diferente. Me apetecía escribir sobre esto, la escritura, porque le debo demasiado y le da sentido a mi vida. gracias por leerme y por vuestros comentarios!!!**

I'll be fine, won't I?

No es que esté bien. Es que si me detengo un solo momento, si dejo de caminar, me derrumbaré. Por eso, sigo adelante, intento no pensar, intento sonreír y hacerme creer que estoy bien.
Dicen que a veces se extrañan los momentos vividos y no la persona, no sé. Estoy mejor sin él, pero no quiere decir, que aun así sea lo correcto.
Intento no pensar, en nada. Intento seguir viviendo y llenarme de sueños. Porque con soltar una lágrima, empezaré a llorar y no pararé. A veces las noto ahí, intentando salir. Es curioso que aún no haya llorado ni una sola vez, me mantengo ahí fría, distante.
Todo se supera. Estaré mejor, me digo a mi misma. Tengo ganas de salir ahí y darlo todo, de dejar que el mundo me haga de una vez feliz. Intento no quedarme aquí estancada, porque no puedo más.
Quiero vivir, ¿es tanto pedir?
Quiero confiar en la gente sin que me aplasten. Pero dejé que me vieran totalmente, me abrí como no lo había hecho nunca, y solo fue un estúpido juego en el que no supe las reglas bien.

lunes, 17 de marzo de 2014

shine

No sé que es esta fuerza que me inunda, pero no quiero que acabe. Veo ese catálogo, y veo mi futuro reflejado en él, me veo en unos meses, allí, hablando inglés como siempre he querido y conociendo gente increíble. Me veo triunfando como siempre he querido, y no puedo dejar de soñar. Porque es posible que tenga los pies más en el cielo que en la tierra, pero hacía tanto que no sucedía, que solo puedo emocionarme más y más.
Veo a la gente de mi alrededor, preguntándome que me pasa, qué le ha pasado a la chica que solía ser de un día para otro. No lo sé, sinceramente no lo sé.
Sencillamente me he levantado, he visto brillar el sol, y por primera vez lo he visto eso exactamente. Brillar.

adiós...

¿Sabes? Quizá creas que ahora escribiré entradas y entradas sobre ti, pero no va a ser así.
Creí que iba a llorar, creí que me sentiría rota. Pero cuando escribiste todo eso, solo sentí alivio. Alivio porque por fin se había terminado. Porque no volverá a empezar. Y aunque no me había dado cuenta hasta ese mismo momento, esto era lo que tanto me agobiaba y no me dejaba ser feliz.
Porque ahora lo veo todo claro, porque como dicen, necesitas pasar la oscuridad para empezar a ver la luz. Porque nunca creí que que me dijeran algo tan cruel y de esa forma tan cruel, me ayudaría a salir de todo esto. Pero por primera vez en mucho tiempo, en muchísimo tiempo, soy feliz. Y no sé cómo ni por qué, pero solo sé que esta fuerza que me mueve por dentro, había muerto en mí, y ha vuelto a renacer.
Tengo ganas de salir, tengo ganas de moverme, de no quedarme quieta esperando que la vida venga a mí sino ir yo a ella. Creí que perderte sería lo peor que podía pasarme, y me descubro a mi misma sin echarte de menos. Me resulta raro, no creas. Me resulta extraño que después de haberte querido tanto, se haya esfumado tan rápido. Me dijeron que lo que yo sentí no era verdadero amor, y sí, quizá tenían razón. Porque algo que se siente de verdad no se puede ir tan deprisa.
Te diría algo como que fue una pena acabar así, pero estaría mintiendo, y eso es algo que yo, a diferencia de ti, no hago.
Me has dado experiencia, solo eso. Y te recordaré como tal, como una experiencia más en mi vida.
Solo espero escoger mejor mis próximas experiencias, porque como ya dije una vez, yo me merezco algo mucho mejor. Y espero que seas feliz. Te lo digo de verdad. No te deseo ningún mal, porque sé, que la vida reparte lo que se merece cada uno. Y que a mi me repartirá bien, así que no necesito que a ti te hagan ningún mal.
Disfruta, porque conmigo no supiste hacerlo. Y olvida si quieres, aunque yo no lo haré. Nunca me preguntaste cual era mi filosofía de vida. Pues aquí la tienes: los errores no se olvidan, de ellos se aprende. Creo que es la frase que mayor verdad esconde.
Te deseo suerte. Suerte para ver lo verdadero importante en la vida, para que encuentres la verdadera felicidad.
Intentaste herirme, pero fallaste. Intestaste ver el dolor en mi y sentirte bien, pero lo único que has hecho es hacerme comprender el significado de una frase que mi padre siempre me decía: hace daño el que puede, no el que quiere. Y he tardado mucho en darme cuenta, de que tú, no puedes.

jueves, 13 de marzo de 2014

Life

Cierro los párpados, cansados, como yo. Dejo que mi peso se desplome entre las sábanas esperando que me den el cobijo que no consigo encontrar fuera, e intento dormir. 
Ni siquiera las pastillas me han hecho efecto, la presión de mi mente sobre mí es mucho mayor para cualquier fármaco. Intento que las sombras desaparezcan, pero no hacen más que cernirse sobre mí. Pienso en lo único que podría animarme, y recuerdo que tampoco está para animarme. Intento no pensar, pero es más rápido que yo, y me alcanza como una flecha directa al corazón. Empiezo a llorar, en silencio, ya estoy bien entrenada para que la quietud de la noche no se vea interrumpida por mi llanto, pero aun así, entierro la cara en la almohada para asegurarme, para sentirme arropada. 
No sé cuantas horas pasan, solo que cuando me levanto, vuelve a ser de día, y todo vuelve de nuevo a mí. 
Así pasa un día, y otro, y otro. Y cada día que pasa eres un día más vieja, me repito. Y cada día que pasa, lo desperdicias de la misma manera. Solo que ya no sé parar, solo que ya no quiero ni puedo parar. 
E intento seguir, e intento luchar. Pero mientras estoy librando esta batalla, no dejo de preguntarme para quien la estoy librando, si para mí, o para otros. Porque si fuera para mí, ya habría desistido hace tiempo, y si fuera por ellos, la habría ganado. Así que me parece estúpido continuar una batalla, entre el bien y el mal, que no es más que mi vida perdida, que no es más que yo, en el centro de un campo destrozado por la guerra, cansada de luchar, cansada de vivir.

domingo, 2 de marzo de 2014

Nunca he entendido a esta sociedad, ni creo que llegue el día en que lo haga. Se pasan la vida intentando pertenecer a un grupo, en vez de simplemente ser ellos. ¿Por qué si eres de un modo no puedes ser de otro?
¿Por qué si te gusta el rock alternativo, el heavy metal, que sé yo, no puede gustarte también grupos de pop, o gente como Justin Bieber? ¿Por qué tenemos que someternos a nosotros mismos a un estilo?
No entiendo por qué se tiene que ser una cosa u otra y no una combinación de todas. Yo no quiero ser hipster, o friki, no quiero ser la pija o la que va con estilo rockero, la gótica, no sé. Yo quiero combinar todo lo que me gusta, un poco de cada cosa, y conseguir la combinación perfecta.
Quizá es por esto que siempre he sido la rara, dentro de los raros. Porque me iba de un grupo a otro sin encontrar un sitio. Yo no quiero ser algo, no quiero llevar un cartel que diga quién soy. Que me dejen auto definirme, y a quien no le guste que no mire.

sábado, 1 de marzo de 2014

If I just...

Si tan solo pudiera dejar de pensar. Si tan solo pudiera dejar que las cosas fluyeran sin más, sin plantear un cómo o un por qué, quizá, y solo quizá, entonces sabría lo que es vivir.
Si tan solo me conformara, sin tan solo viera que no es una mala vida, solo un mal día.
Podría dejar de oír los gritos, dentro y fuera de mí, podría dejar de encerrarme en el silencio, en la oscuridad, y salir y ver la vida que me rodea. Pero opto por ver ese reflejo, y quedarme ahí de pie, llorando, en vez de cambiarlo. En vez de cambiar lo que verdaderamente me daña, la mente.
Sin tan solo pudiera olvidar quien soy, quién he sido, quizá podría empezar de cero como la persona que quiero ser. Pero los recuerdos están ahí, me persiguen cada vez que doblo una esquina.
Acaban encontrándome siempre. Son más listos que yo, saben cuál será mi próximo movimiento y están ahí, al acecho.
¿Y si...?¿Y si...? No me dejo de preguntar esas cosas. ¿Y si me hubiera ido como yo quería? ¿Y si nunca hubiera leído o escuchado esas palabras?
¿Cómo sería entonces?
No me queda más que resignarme, y mirar lo que la vida ha hecho conmigo, no lo que yo he hecho con ella. Veo cada mala decisión tomada, a cámara lenta, pasando como un huracán, con toda su fuerza. Pasa, me destroza, y solo me queda por decir, que todo habría sido mejor de no haberlo hecho.
Somos el conjunto de nuestras acciones, pero llega un momento, en el que nuestras acciones nos controlan a nosotros, y no al revés.

martes, 25 de febrero de 2014

He leído una frase en un blog que me encanta, y me he planteado la misma pregunta que ponía.
¿Qué pasa si ya no tienes razones para seguir adelante?
¿Qué pasa entonces? Ya no sé ni a que aferrarme, porque dudo que haya algo a lo que verdaderamente me pueda aferrar. Algo, que no desaparezca al momento de tocarlo. Me gustaría sentir que me comprenden, pero ya no es eso. Me gustaría sentir que hay alguien ahí, porque últimamente ya no me siento ni a mi misma.
Me dicen que estoy cayendo, pero es que cada vez que miro a mi alrededor, todo está peor, todo se desmorona más y más.

jueves, 20 de febrero de 2014

Esperas en silencio, que la bomba estalle. La ves caer, la ves acercarse, pero la miras vacilante, creyendo que no te dará de lleno. Pero lo hace, y cuando lo hace, cuando lo hace acompañada de todas esas pequeñas bombas que la acompañan, te das cuenta de que siempre ha estado ahí, al acecho. Sencillamente estaba esperando el momento oportuno, para darte donde y como más te dolía.

The life

Es curioso que me sienta bien. Bueno, no me siento bien, pero siento que necesito vivir. Y eso ya es algo.
No quiero caer más, no quiero fallar a la gente que me quiere, pero no hay remedio. Ha llegado un punto de mi vida, en el que necesito parar, y respirar. Necesito alejarme del agobio y el sufrimiento porque no puedo más. Estoy psíquicamente cansada. Duermo, sí, pero ayudada por pastillas, y eso no es un descanso placentero, es extraño. No puedo apenas estudiar, y empiezo con globales y me agobio.
Me tiro las tardes sentada llorando o con crisis de ansiedad. Me va a dar algo y no puedo seguir así. No puedo depender de las pastillas eternamente para estar tranquila y relajada. Porque yo me siento agitada por dentro, sé que aunque me controlen, llegará un momento en que dejen de hacerlo.
Necesito alejarme un momento de todo lo que me rodea, y tomar aire. Necesito pensar con claridad, porque estoy agobiada, porque nada de esto me deja respirar.
Necesito analizar la situación. No quiero ir, pero necesito ir. Necesito afrontar esto y luchar por la gente que quiero.
Debo ser fuerte. Debo hacerlo. Si tengo que alejarme de alguien, lo haré. Si tengo que acercarme, lo haré. Y si tengo que dejarlo ir, también lo haré. Porque creo que ha llegado la hora de afrontar las cosas y plantarles cara. Quiero tener una vida, y para ello necesito salir de esto. Necesito dejar de llorar, de tener ansiedad, de estar agobiada y sufriendo. Tengo 16 años, debería estar gritando de alegría y no de rabia. Debería estar disfrutando en vez de dañándome. Esto no funciona así. La vida no puede ser así de dura.
No puede ser así para mí, porque si no no me quedará nada.