viernes, 10 de mayo de 2013

Quiero sentir que no estoy tratando de competir con todos. Quiero sentir que no me estoy perdiendo a mi misma otra vez. Que sé quién soy. He estado atascada en esa estúpida rutina de llorar frente a un espejo, por querer competir y ser esa chica que jamás seré. Es cómo si el destino se hubiera reído de mi, en mi cara. Soy todo lo que me gustaría que una chica tuviera. Rubia, con ojos verdes, pálida. Y sin embargo, nada de eso es bello en mí. Son las características, sí, pero no las luzco como otra chica perfecta de ese mundo divino. Estoy tan cansada de mirarme al espejo, de gritarme a mi misma esos insultos que la gente me repitió pero que ya todos han olvidado, que ya no sé que hacer. Dije que lo había superado. Se lo prometí a ellos, les dije que saldría de ahí. Lo que la gente no sabe, hasta que lo siente, es que no se puede salir. Puedo comer normal, puedo fingir la sonrisa, decir que todo está bien,que creo en mí. Y aunque ahora me muestre fuerte ante ellos, yo sé que no lo soy.
Se lo dije a ella, ¿cómo va a cambiar mi pensamiento si el espejo sigue ahí? Mis muslos, gordos, siguen ahí recordándome que nunca tendré un buen cuerpo. Mi estúpido cuerpo flácido e imperfecto va a seguir ahí.
Y nos pueden pedir que cambiemos, y muchas lo habrán logrado como yo, y comerán normal. Pero la gente se equivoca cuando dice que ya estamos bien, que solo fue una época tonta. Estos pensamientos no llevan rondándonos la cabeza un temporada tonta. Lo llevan haciendo toda la vida, por corta que sea. Y lo seguirán haciendo. No pueden pedirme que crea en mi.

2 comentarios:

  1. Asquerosa realidad... Es tan triste saber que este es el día a día de muchas personas!
    No hay que mirar muy lejos para ver casos de estos, en todas partes :(

    Sigue con estos textos tan reales, sigue abriéndole los ojos al mundo, por favor :)

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