domingo, 8 de diciembre de 2013

R.I.P NELSON MANDELA



Pensé que escribir una entrada sobre él, era algo que no querríais leer. Pero luego he recordado que este blog lo hice sobretodo para mí, y que él cambió mi modo de enfrentarme a la vida. Así que creo, que por lo menos le debo una entrada de corazón. Hablo de Nelson Mandela, un hombre adorado por el mundo, admirado, odiado por otros. Simplemente mi ejemplo a seguir.
Desde pequeña supe que quería ayudar a la gente, que quería luchar por los derechos, por eso que hacen llamar igualdad. Él me dio alas. Él me hizo creer que hasta la persona más insignificante puede cambiar a un país, a toda a una nación, o al mundo entero.
Él, fue una de esas personas que pasaran a la historia no por lo que hicieron sino por cómo lo hicieron. Enseñó al mundo que no importa quién o cómo seas, o de donde vengas; todos y cada uno de nosotros podemos cambiar el transcurso de la historia, podemos borrar todas esas idioteces de que un color vale más que otro, de que yo tengo más derechos que tú. Consiguió unir a una nación entera con un simple equipo de rugby, perdonadme, pero creo que no soy la única que piensa que hay que ser muy grande para conseguir algo tan impresionante.
Por todo esto, creo que se merecía una entrada. Por enseñarme a creer en un mundo mejor, por enseñarme a ver la vida de un modo menos egoísta y más solidario. El Cielo ha ganado un gran ángel.
Gracias por todo, Madiba.

*Pasó 27 años encerrado en la cárcel, y durante todos esos años no dejó de leer un poema de autor desconocido. Se sintió identificado con él. Yo también. La primera vez que lo escuché, sentí que ese poema estaba hecho para mí.*

En la noche que me envuelve,
negra, como un pozo insondable,
doy gracias al Dios que fuere
por mi alma inconquistable.

En las garras de las circunstancias
no he gemido, ni llorado.

Ante las puñaladas del azar,
si bien he sangrado, jamás me he postrado.

Más allá de este lugar de ira y llantos
acecha la oscuridad con su horror.

No obstante, la amenaza de los años me halla,
y me hallará, sin temor.

Ya no importa cuan recto halla sido el camino,
ni cuantos castigos lleve a la espalda:


Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma.

1 comentario:

  1. Yo también estoy totalmente de acuerdo con lo que opinas de Mandela, un hombre insuperable. Un poema precioso.

    ResponderEliminar