jueves, 20 de febrero de 2014
Esperas en silencio, que la bomba estalle. La ves caer, la ves acercarse, pero la miras vacilante, creyendo que no te dará de lleno. Pero lo hace, y cuando lo hace, cuando lo hace acompañada de todas esas pequeñas bombas que la acompañan, te das cuenta de que siempre ha estado ahí, al acecho. Sencillamente estaba esperando el momento oportuno, para darte donde y como más te dolía.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Cuando puedas, pásate por mi blog preciosa!!
ResponderEliminarTe he nominado a un premio!!! ^_^
Un beso! ;)
http://myworldlai.blogspot.com.es/
valeee muchas gracias :)
EliminarQue feo es sentirse así, lo peot de todo es que ni siquiera aspiras a moverte de lugar, cuando sabes que va a caer y nada lo va a evitar.
ResponderEliminar