Lo siento. Siento ser tan borde tantas veces. Siento gritaros y deciros que deseo irme de aquí, pero a veces hacéis esto un infierno para mí. Lo siento, porque eres mi persona favorita en este mundo, pero cada vez que te escucho decir que me estoy perdiendo, que voy a malgastar mi vida, que soy fría y cruel, cada pedazo de mi mundo se cae lentamente y se hunde en lo más hondo de mi ser.
Lo siento por ti también, porque nunca quise odiarte, pero lo cierto es que me tienes entre la espada y la pared. No quiero culparte de nada pero a la vez no puedo dejar de hacerlo. Si al menos me sintiera aceptada, si al menos sintiera que soy todo lo que un día quisiste tener.
Me he esforzado tanto por hacerlo bien. Me he esforzado tanto por no fallaros ni una sola vez. Y aún así miradme. Me he convertido en una persona odiosa.
Lo siento, lo siento por todo el dolor que os he causado. Nunca quise ser así.
Pero como dijiste, me he vuelto fría y cruel. Me he vuelto indiferente.
Me he vuelto todo sobre lo que me advertíais.
Y lo siento. Porque ya no puedo dejar de gritar, porque habéis colmado el vaso. Porque jamás me habéis aceptado como soy, solo habéis buscado a otra persona dentro de mí. Me siento encerrada en mi propia jaula y solo intento escapar.
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