martes, 3 de septiembre de 2013

Me.

Tantas veces he soñado, tantas veces he imaginado, tantas veces he dotado a todos estos personajes invisibles que me han acompañado toda la vida, un alma que no merecían. Lo he convertido en una locura en la que poder refugiarme, en un mundo invisible, en el que solo yo puedo entrar. Un mundo de palabras silenciosas, de lágrimas verdaderas, de comprensión. Pasa lo que quiero que pase.
Mi padre siempre me ha reñido por encerrarme en mi "castillo" como él lo llama. Ahora, con el paso del tiempo, he comprendido que creé ese mundo hace tiempo, que ese mundo nació conmigo, porque no tengo un solo recuerdo de mi infancia sin esas personas invisibles, sin mis personajes de cuentos de hadas. Lo creé para evadirme de la realidad.
Tengo recuerdos felices de mi infancia, pero empiezo a pensar que quizá no lo era tanto cuando me inventé aquel mundo.
Me he convertido en alguien a quien no puedes llegar a conocer del todo, porque siempre acabo sorprendiendo. En alguien, que no encaja en ningún lugar. Estoy en el limbo de la sociedad.
Me he convertido en una chica que no es capaz de comprenderse a sí misma, que no sabe lo que quiere o  espera de la vida. En alguien que siempre se equivoca al actuar. Alguien que tiene miedo de todo, que solo puede alejarse cuando por fin consigue un chico, que solo puede gritar cuando pierde la cordura, alguien que solo puede pedir perdón, para no sentirse mal.
Siempre he sido muy depresiva, pero esto no es normal. No es normal que necesite llorar, gritar. A veces me pregunto si la muerte acabaría con todo esto. Si voy a estar con todos los que están aquí pero sin dolor por las cosas estúpidas.
Necesito huir de aquí, necesito estar sola y pensar. O quizá debería dejar de pensar.
Le haría un favor al mundo.


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