Llevo un tiempo recibiendo algunos correos de vosotras diciendo que haga una entrada describiéndome a mi misma. Es una especie de moda que se ha instaurado en los blogs. Cada miembro debe hacer una descripción sincera de sí mismo. Os animo a hacerlo. Aquí está la mía.
Por mi blog ya sabéis que mis dos amores son la lectura y la escritura. Lo han sido desde pequeña, y puedo decir que ahí encontraréis siempre a la verdadera yo. Son mi forma de evasión de este mundo que jamás me ha gustado o siquiera llenado.
Soy depresiva, sí, mucho. Porque tengo la maldita costumbre de sentirlo todo. Incluso los problemas que no son míos. Incluso lo más insignificante posible. Y eso me hace constante e irremediablemente infeliz.
Perdono. Al instante de haberme enfadado, incluso aunque me hayas destrozado, siempre tienes mi perdón. He sido usada por eso, porque no soy capaz de imponerme, porque me dejo manejar y creo en la bondad de la gente. Y eso, es un error. Pero cuando se habla de mí solo se puede hablar de un completo y maldito error.
No olvido. Lo almaceno todo en el fondo de mi mente, sobretodo lo malo, y lo saco una y otra vez para recordarme todo lo malo y horroroso que hay en mí. Soy una especie de granada, si te acercas durante mucho tiempo a mí, te explotaré finalmente con mi tristeza.
No tengo falta de autoestima. No creo en esas cosas, solo creo que lo veo todo como es. Real.
Me odio a mi misma. Siempre ha sido así y nadie lo va a cambiar. Pero lo que más odio sobre todas las cosas es fallar a la gente. No ser suficiente. Ser tan sencilla de olvidar para todo el mundo. Dejar de importar con estar alejada unos días. Me han abandonado tantas veces que quien se queda, solo me sorprende.
¿Queríais sinceridad? Siempre he creído que mi misión en la vida es salvar a la gente. Y no de forma literal. Solo ayudarlos a no caerse en un abismo de tristeza. Solo a ser felices.
Soy la persona más contradictoria que pueda existir. Me gusta llamar la atención, pero a la vez, odio que se fijen en mí. Siempre han criticado mi forma de ser, mi forma de vestir, mi forma de hablar, todo. Y eso solo me ha hecho encerrarme en mí misma y no mostrarme cómo soy en realidad. Me gusta estar encerrada en mi pequeño y propio mundo interno. Ahí al menos sé que la única que me va a dañar, soy yo.
Soy demasiado amiga de mis amigos. Me gusta la amistad sincera y verdadera. En cuanto al amor, no sabría qué deciros. Me la han jugado. Han jugado conmigo. Muchas veces. Y yo sigo cayendo como la misma imbécil.
Nunca, NUNCA, he sido suficiente para nadie. Eso es lo único real en mí, que en realidad, por mucho que me esfuerce, nunca seré nada para nadie, y eso me permite ser al menos lo suficiente para mí.
Para mí eres mucho, e incluso más de lo que merezco.
ResponderEliminarDioooooos, después de leer esto podrás contradecir pero... SOMOS IGUALES, todas las cosas que he leído... iguales de verdad siento lo mismo que tú y... puf es que en serio que igualita te lo juro.
ResponderEliminarBesooooos♥
Quizás en este momento sea yo el que tenga que preguntar si tú te acuerdas de mi, se que ha pasado mucho tiempo y demás pero todo tiene una explicación, pero antes de eso una presentación.
ResponderEliminarHola, por estos lares se me conoce como BeeMan y soy el chico que, hará mas de un año, os dio un barquito de papel a ti y a tus amigas a la salida del musical de los 40principales. Sé que en ese momento te dije que me siguieras y creo que tú si lo hiciste, pero tú me dijiste lo mismo ya por esta vía y no hice caso, si miré tu blog, pero no me llego a gustar (sinceridad ante todo), pero ha pasado el tiempo y tengo que decir que, ahora si, voy a comenzar a seguirte y leerte más, y mira que la lectura no es mi fuerte, yo siempre digo "yo escribo para que lean otros".
Sobre tú entrada, te diré que no considero ni que seas un error como persona, ni que la "realidad" sea así porque en realidad depende de cada uno, la "realidad" no existe más allá de cada persona y, siendo el primero que lo ve todo tirando a negro, debes pensar que detrás hay algún semáforo en verde como digo yo. Dicho esto creo que yo también me vuelvo a mi pequeño mundo personal deseoso de poder deslizar mi mirada por algún nuevo escrito tuyo.
Muchas gracias
BeeMan