Peter Pan

No quiero esperar a ver como todo se derrumba de nuevo a mi alrededor. Nunca quise llorar tanto por todo y por nada. Nunca quise odiarme tanto como lo hice. Y sin embargo aquí estoy. Estoy viva, y debería alegrarme por ello en vez de llorar como una tonta. Dicen que la vida es un suspiro. Y es cierto, porque en tres meses todo cambiará para mi. Y lo único que estoy haciendo es llevarme un mal recuerdo de todo esto. Todos se pelean con sus amigos, y por Dios, tenemos quince años, no somos maduros, somos adolescentes, locos, ansiosos y cambiantes todo el rato. Y me guste o no, todos hemos cambiado, y lo seguiremos haciendo. Y bueno, ya no nos parecemos. Pero hemos estado trece años en el mismo colegio con nuestra amistad. Yo creo que aunque ahora se acabe todo, habrá merecido la pena. Dejaré atrás mi infancia.
No podemos volar con Peter Pan eternamente. Y alguna vez tenemos que hacernos a la idea. Tendremos que asimilar, que porque no seas amigo de los mismos que en tu infancia, no quiere decir que no fuera una amistad real. Solo es que a lo largo de la vida todos cambiamos, más a esta edad. Y esperemos que al menos lo recordemos todo tan maravilloso como realmente fue.
Porque no sé vosotras, pero yo he volado hasta hoy de la mano de mi Peter Pan. Y digan lo que digan, pienso seguir haciéndolo.