viernes, 12 de julio de 2013

como un ángel caído, caído por ti.



No puedo creer que me estén dando una segunda oportunidad. Parece que la vida no es tan mala cuando todo te va bien ¿verdad? En un momento, pasamos de verlo todo en blanco o negro, a verlo en color, brillante, abierto a nosotros, esperándonos para hacernos felices. Y sin embargo, estamos rodeados de las mismas cosas que antes, ¿te das cuenta? Pero hay algo en el ambiente que ha cambiado, todo gira correctamente, todo a tu alrededor está bien hecho. Ya no te parece que la vida carezca de sentido, ni que alguien ahí arriba la haya tomado contigo. Sigues sin respuestas, pero no te importa saber qué te pasará, ni qué es lo malo que ocurre en este momento. Para ti todo es tan hermoso, que sabes que nada puede derrumbarte.
Estoy tocando el cielo, lo estoy rozando, intentándolo. Tengo la oportunidad de pasar un mes contigo, solo contigo. Eso es una verdadera segunda oportunidad que alguien ha tenido la grandeza de ofrecerme. A veces la vida no es tan mala.
Sin embargo, te conozco querida vieja amiga. Sé que cuando estás en lo más alto, te esfuerzas por verme de nuevo en el suelo, de rodillas, pidiendo clemencia. Cuando me ves sonreír, te aseguras de apartar eso que me hace feliz. Me agarras con fuerza la mano, y tiras y tiras, haciéndome caer desde el cielo a la tierra sin importar que mis alas se rompan por el camino como si fuera un ángel caído.
Esta vez, vieja conocida, tocaré el cielo, pero siempre con los pies en el suelo.
Esta vez no me harás caer tú, y por eso estoy asustada.
Me hará caer él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario