martes, 30 de abril de 2013

Every rose has its thorn

Tengo ganas de alejarme de aquí. De salir por esa puerta, y echar a correr y correr, hasta llegar a esa línea que muchos llaman horizonte. Quiero que mi meta sea esa línea inalcanzable. Quiero tumbarme en la hierba trigada, con el cielo azul sobre mí, el viento azotando la cebada, un sol radiante sobre mi cara, con los ojos cerrados. Quiero estar allí, y saber que ahí no hay lágrimas, no hay quejas ni miradas incendiadas.
Me gustaría estar allí, saber que no hay rejas en ese paraíso.

Quiero dejar de estar al borde del abismo.

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