La gente cambia. Las personas piensan de forma diferente con cada día que pasa, con cada nuevo amanecer. En eso consiste la vida, en enlazar un cambio con otro. No significará que dejaremos de ser nosotros, simplemente, que seremos otra versión. No podemos coger un recuerdo y querer que se parezca al presente. Porque eso nunca pasará. Igual que los días de verano nunca son iguales, las personas no serán siempre del mismo modo. Lo único que tenemos que hacer, es aprender a seguirlas si creemos que merecen la pena a pesar de todo. En eso consiste todo esto, en seguir sin exigir cambios. No puedes pedir que alguien cambie, porque quizá le estás pidiendo que se pierda a si mismo.
Y si te pierdes a ti mismo, ya no te queda nada.
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