Childhood

Por favor, haz que todo se detenga. Haz que la imagen se quede congelada. No para siempre, solo hasta que sea suficientemente fuerte para dejarla ir. Déjame quedarme aquí.
Siempre había imaginado cómo sería estar aquí ¿sabes? Había imaginado cómo sería tener esta edad, estar en este curso. Había imaginado mil versiones de mi misma, y ninguna se parece a la real. Sí, lo había planeado todo, pero no de esta forma. Todo era irreal, inexistente.
Mientras vivimos, nos creemos inmortales, y solo cuando llegamos a ese futuro que habíamos visto tan lejano, nos damos cuenta de lo rápido que se pasa el tiempo. Ahora mismo, mientras sujeto todos mis recuerdos como idas colgantes, solo quiero coger ese reloj que lleva mi cuenta atrás, y pararlo. Quiero que deje de contar, que se detenga durante un momento, o que me permita reiniciar. No quiero dejar todo lo que he conocido hasta ahora atrás. Sé que mi vida no ha sido perfecta allí, pero es lo que me ha hecho ser así.
No le tengo miedo a lo desconocido, tengo miedo a olvidar todo lo que he conocido hasta ahora. A olvidar todos esos rostros que se han vuelto mi rutina, mi vida. Ya sé que hay que crecer, ya sé que la vida consiste en decir adiós, en comenzar nuevas cosas, nuevas experiencias. Pero por un momento, creí que siempre iba a ser así, que jamás, alguien vendría a arrebatarme ese Peter Pan del que todo el mundo habla.
Sí, ahora verdaderamente, creo en él. Solo he empezado a verlo, cuando lo estoy perdiendo. He empezado a comprender por qué él no quería crecer, por qué no quería dejar su vida atrás. El futuro siempre aterra, y crecer sin saber nada de lo que nos depara, más.
A veces ese Peter Pan, grita desde el cielo, queriendo desgarrar mi alma, queriendo mantenerme un ratito más aquí, intentando que la vida se detenga.
No sabe que aunque nos lo parezca, no somos inmortales. No existe esa estrella a la derecha.